Costa Rica.

En el Pacífico de Costa Rica se encuentra uno de los cuatro fiordos tropicales del mundo que además de ser rico en biodiversidad, es un paraje turístico e ideal para el desarrollo de investigaciones científicas.

Se trata del Golfo Dulce que en sus 55 kilómetros de extensión y sus aguas tranquilas, acoge a numerosas especies acuáticas como la ballena jorobada, el tiburón ballena y delfines. Así como en sus grandes montañas y bosques se pueden ver aves como la guacamaya roja, así como variedad de mamíferos y reptiles.

Sobre sus atractivos se refiere la bióloga y guía turística Alejandra Rojas. “El Golfo Dulce del Pacífico Sur de Costa Rica tiene muchísimos atractivos de naturaleza. Especialmente es un lugar donde se puede disfrutar tanto de actividades y biodiversidad marina como terrestre”, destacó Rojas.

En el Golfo Dulce, el sector de la pesca deportiva se ha comprometido a acoger las regulaciones que obligan a no dañar los peces y regresarlos al agua. Cabe destacar que el rico ecosistema del Golfo lo ha convertido en un santuario natural para la reproducción de la ballena jorobada y el tiburón martillo.

“Ellos nacen aquí en el Golfo Dulce. Después migran hacia zonas importantes como Isla del Coco, Galápagos y Malpelo, y luego regresan. Es decir que aquí es el punto de protección a los tiburones martillo recién nacidos”, contó Rojas.

Como este lugar, solo hay cuatro semejantes en el mundo: el Golfo de Cariaco en Venezuela, la bahía Darwin en Galápagos y la bahía de Kaoe en Indonesia. Muy cerca de aquí ya fue impulsada la construcción de una marina con una inversión cercana a los 70 millones de dólares, que permitirá en algunos años tener un hotel de lujo y otras edificaciones con vista a las hermosas aguas.