Por Gema Valenzuela*/Jesica Ahumada**/Mario Enrique Gámez*** | Ciencia UNAM

El consumo de tabaco parece ser una discusión interminable, sin embargo, es crucial no dejar de hacerlo. Abordarlo requiere atención, concientización y promoción ya que muchas personas no están completamente informadas sobre sus consecuencias y a pesar de ser el principal factor de riesgo prevenible a nivel mundial, su prevalencia sigue siendo alarmante.

La Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) revela que aproximadamente 14.9 millones de mexicanos aún consumen tabaco, lo que marca la necesidad de una concientización continua.

Aunque en los últimos años se han observado notables reducciones del consumo de tabaco gracias a diversas medidas como la  prohibición de publicidad y prevención para evitar su consumo en espacios públicos cerrados y abiertos de convivencia, la elevación de impuestos, campañas de concientización, políticas públicas y la inclusión en la agenda de desarrollo sostenible del fortalecimiento del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco en todos los países, el hábito de fumar sigue siendo un desafío para la salud pública.

El comportamiento nocivo asociado al tabaquismo resulta en una disminución significativa de la esperanza de vida. La magnitud del problema se refleja en datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que más de 8 millones de personas mueren anualmente a nivel mundial debido al cigarro, con 1.3 millones de muertes relacionadas con la exposición al humo.

Estas cifras han impulsado la implementación de reformas regulatorias en México, respaldadas por informes de CONADIC en 2020 y disposiciones oficiales en el Diario Oficial de la Federación en 2022, con el objetivo de fortalecer la vigilancia sanitaria y proteger a la población de los peligros del humo del tabaco.

Por su parte, la industria tabacalera, se ha visto en la necesidad de evolucionar y ha logrado posicionar en el mercado productos del consumo de tabaco novedosos como los cigarros con cápsula de sabor, vapeadores o cigarrillos electrónicos que son muy atractivos para los jóvenes.

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos menciona que el consumo de tabaco se puede presentar inhalado, masticado o vaporizado, sin embargo, fumar cigarrillo representa la forma más común de consumirlo y expone a la persona a más de 7,000 sustancias químicas, de las cuales aproximadamente 100 son perjudiciales para la salud.

Los posibles efectos del consumo de tabaco según expresa el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas en su sitio web son: incremento de la presión arterial y de la frecuencia respiratoria y cardíaca; alto riesgo de desarrollar cáncer, específicamente de pulmón cuando es fumado y cáncer de boca en el caso de ser masticado, así como bronquitis crónica, enfisema, enfermedad cardíaca, leucemia, cataratas y neumonía.

¿Por que es difícil dejar de fumar?

El sistema de vigilancia epidemiológica de las adicciones de México revela que el tabaco es una sustancia legal, utilizada como la entrada al consumo de sustancias adictivas por el 32% de la población. Este dato lo posiciona en el segundo lugar de inicio en el consumo de sustancias adictivas.

La nicotina se encuentra presente en el tabaco, refuerza su consumo y es responsable de la adicción. Este compuesto, afecta el sistema nervioso central y genera un patrón de comportamiento compulsivo persistente.

Al ser inhalado, el tabaco libera endorfinas, genera una breve y leve sensación de euforia. Además, afecta el cerebro y activa un circuito de recompensa que libera dopamina. Este proceso contribuye a la naturaleza adictiva del tabaco y crea sensaciones placenteras que hacen difícil abandonar este hábito.

El efecto de la nicotina surge a los 10 segundos de haber sido fumada y desaparece en cuestión de horas, lo que significa que es posible que las personas deseen fumar otro cigarrillo poco después del último. Por esta razón, resulta crucial abordar la adicción del consumo de tabaco, la cual comparte similitudes en potencial adictivo con sustancias como la heroína o la cocaína. Además, su consumo recibe la influencia de factores genéticos, psicológicos y sociales.

Dentro de los efectos nocivos en el organismo relacionados con la adicción, la persona puede desarrollar un síndrome de abstinencia al intentar dejar el cigarro y sentir ansiedad, falta de concentración, irritabilidad, fatiga, sudoración, vómitos, depresión, insomnio, hambre, dolores de cabeza, mareos y estreñimiento.

Asimismo, la dependencia refuerza el alivio de estos síntomas, llevando al fumador a enfrentarse a las consecuencias del síndrome de abstinencia o a consumir más nicotina para romper la desensibilización. Este patrón lleva eventualmente a la tolerancia de la sustancia.

Existen diferentes estrategias o elementos terapéuticos para dejar de fumar entre los que se encuentran los parches, chicles, tabletas, inhaladores, aerosoles que contienen nicotina, además de tratamientos farmacológicos que interactúan con los receptores GABA.

Tratamiento integral

Las Prácticas Integrativas y Complementarias en Salud (PICS) surgen de la necesidad de un nuevo paradigma de atención médica en respuesta a las limitaciones del modelo biomédico. Buscan priorizar la calidad de vida de las personas de manera integral incluyendo aspectos emocionales, sociales y espirituales en lugar de centrarse únicamente en tratar la enfermedad.

Las PICS se han utilizado en diferentes partes del mundo, como en Brasil, donde desarrollan programas de capacitación para profesionales de la salud, especialmente en Atención Primaria. Estas prácticas han sido adoptadas en contextos de atención médica, ofreciendo enfoques prometedores para abordar diferentes necesidades de salud, incluido el tratamiento del consumo de tabaco.

A pesar de su éxito en otros lugares, en el sistema de salud de México, estas prácticas están notablemente ausentes. Su incorporación sería fundamental para el fortalecimiento de la atención primaria, ya que permitiría abordar la salud de manera preventiva, integral e intercultural.

Su enfoque holístico se presenta como una perspectiva prometedora de investigación en campos de las ciencias de la salud, sociales y políticas sobre el abandono del tabaquismo ya que tienen el potencial de proporcionar nuevas ideas, métodos e intervenciones que podrían solucionar la persistencia del consumo de tabaco.

A medida que la evidencia sobre la efectividad de estas prácticas continúa desarrollándose, se destaca su accesibilidad, viabilidad económica y su potencial para lograr resultados duraderos en el tratamiento del tabaquismo, más allá de las opciones farmacológicas convencionales.

Se puede concluir que existe una gran persistencia del consumo de tabaco en la población y es uno de los hábitos más dañinos y adictivos para el organismo. A pesar de los avances logrados, no podemos permitirnos subestimar la amenaza que representa para la salud pública.

Por esta razón, es importante no dejar de abordar este tema, por más insistente que pueda parecer. La concientización y promoción acerca de su consumo, así como, los riesgos que implica en el organismo se vuelve una tarea para todos. Por último, es importante mantener una apertura en apoyo a las personas que se encuentran luchando en dejar o disminuir el consumo de tabaco.