México.

El cáncer ha existido desde los orígenes de la humanidad. Los primeros registros datan del año 3,000 a.C, pero, ¿por qué no contamos con una cura? Las células cancerígenas son inteligentes y es común que desarrollen estrategias para hacerse más fuertes generando resistencia a los medicamentos, esparciéndose a otros lugares del cuerpo o incluso apagándose, pretendiendo haber desaparecido para resurgir tiempo después.

Esto hace que algunos tratamientos no funcionen igual en todas las personas y que encontrar una sola cura para todo el mundo no haya sido posible hasta la fecha.

A pesar de ello y gracias a diversas investigaciones, se han detectado factores que pueden ayudar a fortalecernos. Entre los hallazgos se encuentran los estudios de Andrea Muñoz Ayala y Víctor García González de la Facultad de Medicina de la UABC, quienes detectaron que el colesterol LDL encontrado en alimentos de origen animal, altos en grasas y ciertos aceites vegetales, alteran la resistencia del cáncer ante los tratamientos.

Reducir la cantidad de colesterol LDL, también conocido como ‘colesterol malo’, puede lograrse a través de una dieta balanceada y actividad física recurrente, dándonos mayores oportunidades de combatir esta enfermedad milenaria.

Los resultados de esta investigación aún no son concluyentes; sin embargo, estos estudios sobre el cáncer y sus factores de riesgo son clave para la búsqueda de nuevas terapias y tratamientos médicos.

Por el momento, el arma más poderosa para combatirlo sigue siendo la detección oportuna. Encuentra más sobre el tema en la edición número 4 de la revista UABC.

Por: UABC.