El aumento del nivel del mar se está tragando la valla de Cartagena. Los efectos del calentamiento global se hacen sentir en la ciudad más turística de Colombia, que podría quedar parcialmente bajo el agua este siglo. Quienes más sufren son los habitantes de Tierra Bomba, una isla ubicada frente al lujoso sector hotelero.

Lamentablemente la isla ha sido víctima de un proceso erosivo de hace más de 40 años que se ha incrementado en las últimas décadas de manera exponencial que ha arrasado con 250 viviendas de la comunidad, un puesto de salud”, comentó la líder comunitaria, Mirla Aaron.

Kelly Mendoza se mudó a una casa cerca de la orilla en Tierra Bomba hace una década. Desde entonces dos de sus vecinos perdieron sus hogares porque el agua los derrumbó.

“Yo tengo miedo que mi casa se vaya porque eso es lo que yo no quiero. Yo quiero siempre vivir ahí donde la casa que me dio mi padre, quiero vivir siempre ahí. Yo no quiero que venga una ola y me tumbe todo. Yo que no tengo mande más de vivir, no tengo más”, destacó Mendoza.

Según un estudio publicado en 2021 por la revista científica Nature, desde inicios del siglo XXI el nivel del mar crece anualmente más de 7 milímetros en Cartagena, un ritmo que supera claramente a la media global, menor a 3 milímetros.

Si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, se calcula que el mar subirá en la bahía 26 centímetros para 2050 y 76 centímetros para 2100. Pero el problema en Cartagena, donde viven casi un millón de personas, no es solo el cambio climático.

En la zona también hay presencia de unas formaciones de volcanes submarinos, esas son zonas lodosas y poco a poco la presión y la gravedad empujan sobre esas tierras para ir bajando. Es una cantidad muy pequeña, estamos hablando de milímetros a través de años, pero sí a través de décadas se sienten de diferencia y se sentirá la inundación en la zona costera”, explicó el científico ambiental canadiense Marko Tosic.

Actualmente, las autoridades construyen cuatro kilómetros y medio de espolones o barreras de piedra que amortiguan el impacto de las olas. La alcaldía asegura que sin ellos el 80% de los barrios estarían en riesgo de inundación.

Algunos habitantes se quejan de que el escudo protege los atractivos turísticos y la alta hotelería, pero que cambia la corriente marítima y afecta a las zonas donde viven los más vulnerables.

“El mar está, en mi opinión, colapsando y ya empezó en una recta de agonía. Ya él no sabe cómo manifestar, cómo decir, ya basta. Desafortunadamente no hemos entendido lo que él nos viene diciendo años atrás. Basta”, acentuó Mauricio Giraldo, otro líder local y representante de pescadores.

Los habitantes de Tierra Bomba lo tienen claro, dejar su tierra será la última opción.