México.
La Antártida y la Inteligencia Artificial llevan una relación simbiótica mutualista. Eso quiere decir que se benefician ambas partes. La Inteligencia Artificial ayuda a los científicos a recopilar y analizar datos de la Antártida que, de otra manera, no serían tan eficientes y precisos.
Mientras que la Antártida ofrece un entorno ideal para probar y desarrollar nuevas tecnologías de la Inteligencia Artificial, es como un laboratorio, un playground que la va a forzar a hacer mejor para poder hacer su trabajo.
Entonces, los desafíos que pone la Antártida al ser una mente tan hostil para provocar versiones mejoradas de la Inteligencia Artificial. Pero también es cierto que la Inteligencia Artificial puede ser medio ‘tonta’ si no tiene buenos datos.
Esto es como una coreografía de baile. Solamente, la coreografía va a ser tan buena como el más débil de tus ballerines. Así es que, por más buena coreografía que tengas, si no tienes buenos bailarines, si no tienes buenos datos, no vas a poder generar buenos modelos.
Para darnos una idea de lo importante que es esto, hay que tener datos de calidad. Y la captura de datos en la Antártida es un desafío debido a las condiciones climáticas extremas y al acceso limitado de la Antártida.
Los científicos utilizan una variedad de métodos para poder abrirse paso en la captura de datos. Entre ellos están satélites que dan una visión más completa del continente y ayudan a recopilar datos del hielo, la atmósfera y el océano.
También están los drones que nos ayudan a llegar a lugares remotos y difíciles para recopilar datos de alta resolución. Están los vehículos submarinos para poder explorar el fondo del océano y recopilar datos sobre la vida marina. Pero también están las estaciones científicas donde, de primera mano, los científicos pueden ir y capturar la data que necesiten.
En este sentido, y hablando de la calidad de datos y de la ayuda de la robótica, podemos pensar, por ejemplo, en los estudios para entender cómo se comporta el grosor de la capa de hielo en la Antártida.
Esta recopilación de datos con el uso de robots como el Snow Eagle de la NASA, que precisamente es una nave voladora no tripulada, que puede llegar al centro del continente blanco, que es muy difícil y muy costoso llegar, pues este robot lo puede hacer mejor; o el Ice Mold de la Agencia Europea Espacial, el cual puede penetrar en el hielo y empezar a recuperar datos de hielo.
Entonces, con esto podemos producir modelos más precisos. Sin duda, la inteligencia artificial se va a tener que dar un buen entreno con el ambiente hostil de la Antártida que además representa otro gran, sí por si esto fuera poco, representa otro gran reto que es el internet de la Antártida es muy muy lento, se genera de 1 a 50 megabytes por segundo, pero ojo que Starlink ya llegó con sus satélites y podría acelerar este proceso hasta 200 megabytes por segundo. Es decir, la inteligencia artificial seguirá abriéndose paso si es que sobrevive, porque nadie entra a la Antártida y sale igual que cómo llegó. Normalmente sales más fuerte y la inteligencia artificial no será la excepción.
Por: AMEA.
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