Por: Claudia Mazzeo / SciDevNet América Latina
Para que los gobiernos del Sur Global puedan reducir la pérdida de biodiversidad en sus territorios necesitan autonomía del sistema político y financiero internacional, que actualmente favorece el extractivismo en estos países, usualmente dotados de recursos naturales de interés mundial.
La afirmación surge de un estudio que analizó el papel del sector financiero y monetario internacional en la pérdida de biodiversidad en el Sur Global y que abarcó cinco países: Argentina, Colombia, Jamaica, República Democrática del Congo y Papúa Nueva Guinea.
Realizado por especialistas del Centro de Justicia Climática (CCJ) de la Universidad de Columbia Británica, el Proyecto Climático y Comunitario (CCP), y la Red del Tercer Mundo (TWN), el trabajo pone de relieve que, pese a que la pérdida de biodiversidad está estrechamente relacionada con la extracción de materias primas, los gobiernos de países en desarrollo continúan aprobando y expandiendo proyectos extractivos para atraer y mantener la inversión extranjera que beneficia la economía.
“Nos propusimos analizar por qué los gobiernos del Sur Global fracasan sistemáticamente en lograr objetivos y metas de biodiversidad”, dijo a SciDev.Net Patrick Bigger, director de investigación de CCP. “Lejos de centrarnos en la expansión minera y la agricultura industrial, estudiamos los motores directos que crean los imperativos de aprobar y expandir esas actividades extractivas y ecológicamente dañinas, incluyendo el sistema monetario internacional, la arquitectura de la deuda mundial y las normas tributarias transnacionales”, agregó.
Bigger sostuvo que los gobiernos de esos países están restringidos a condiciones de subordinación fiscal y monetaria, debido a que la estructura y las reglas de la economía global actuales limitan su capacidad para establecer prioridades políticas soberanas, como la conservación, pero también la acción climática, la salud y la educación.
Si bien los países estudiados presentan realidades muy diferentes, los autores destacan que en todos la estabilidad financiera está en conflicto directo con la estabilidad ecológica.
“Colombia (…) está comprometido con la transición de los combustibles fósiles, pero enfrenta limitaciones estructurales para hacerlo, particularmente debido a los acuerdos comerciales y de inversión”, dijo a SciDev.Net Jessica Dempsey, de la Universidad de Columbia Británica en Canadá y autora principal del estudio.
Para Fernando Peirano, economista argentino especializado en innovación y desarrollo productivo, en países como Argentina se pone en evidencia que la globalización agudizó la relación entre flujos financieros y actividades extractivas de recursos naturales.
Agregó que esa convergencia incrementó el peso de las grandes corporaciones multinacionales, a la par que significó un debilitamiento de los Estados Nacionales y la ineficacia de las instituciones multilaterales para generar reglas globales para problemas planetarios.
En ese marco, “Argentina es un país acreedor en términos ambientales, si consideramos el saldo de su aportes y capturas de CO2, pero también es uno de los mayores deudores en cuanto a sus obligaciones con los mercados de bonos financieros y con organismos de créditos”.
Ana Di Pangracio, especialista argentina en política ambiental e integrante de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, dijo en un webinario en el que se presentó el informe, que en la Argentina de las últimas décadas sucesivos gobiernos apoyaron la continua expansión de la industria de la soja.
Sin embargo, “ese modelo de desarrollo económico no ha podido mitigar la actual crisis financiera y económica. Es un modelo que exacerba los daños a la biodiversidad y los conflictos socioambientales y genera más pobreza y dependencia”, opinó.
¿Cuáles sería las oportunidades de cambio en ese contexto para los países en desarrollo? Según el informe, los resultados transformadores requerirán de una modificación de las estructuras políticas y económicas clave que hacen que la extracción sea rentable y, para muchos Estados, necesaria para mantener su estabilidad económica.
En tal sentido, Dempsey dijo que espera en la próxima Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16) que será en octubre OP en Colombia, “los gobiernos aprueben decisiones que aborden el papel de la deuda y la justicia tributaria en la pérdida de biodiversidad”.
Pero para Marc Dourojeanni, especialista peruano en bosques tropicales y manejo de áreas protegidas, más allá del impacto negativo de las políticas económicas internacionales en la conservación de la biodiversidad, las principales causas de la ineficiencia de políticas, leyes y programas de conservación de la biodiversidad en los países andino-amazónicos son, esencialmente, la inequidad y la pobreza, que alimentan la corrupción.
Citó como ejemplo Perú, “donde más de 85 por ciento de la deforestación anual es hecha por campesinos pobres que invaden bosques y establecen parcelas de pocas hectáreas; la destrucción de los recursos hidrobiológicos es obra de mineros ilegales que emplean cientos de miles de pobres, y la expansión de cultivos ilícitos también se realiza abusando de la pobreza. Esa misma informalidad se extiende a la pesca en el mar”.
Por ello sugirió a SciDev.Net que, de producirse un redireccionamiento de políticas de grandes instituciones financieras, debe orientarse a vencer la informalidad y la pobreza, en ese orden.
Peirano, que presidió en Argentina la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, opinó que las oportunidades de desarrollo pasan por forjar un modelo productivo que cuente con el auxilio de la ciencia y la tecnología para impulsar actividades industriales basadas en el uso de recursos naturales.
“Se requiere de una ciudadanía activa y bien informada para que la política y no el mercado vuelva a delinear un horizonte auspicioso y forjar un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible que podrá ser aún más atractivo si es el resultado de un retorno a la articulación regional con otros países de América latina. Los ingredientes están, ¿la decisión llegará a tiempo?”
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