México.
Para los artistas que son quienes crean y distribuyen la cultura, el panorama es aún más desalentador por la falta de reconocimiento legislativo, precariedad laboral y falta de espacios de distribución, entre otras problemáticas.
“En primer lugar, yo diría que no tenemos hasta el día de hoy una identidad dentro de la Constitución. No tenemos una identidad ni una figura respaldada por la ley. Entonces no estamos incluidos en la Ley Federal del Trabajo porque la Ley Federal del Trabajo contempla sólo las relaciones obrero patronales que no tienen nada que ver con el sistema de relaciones laborales que suceden entre los artistas independientes de la danza y de cualquier disciplina”, comentó Evoé Sotelo, bailarina.
El 44.5% de los artistas en México ejercen en condiciones laborales precarias de acuerdo al artículo de ‘Entre Ciencias’ de Revista UNAM.
“El acceder a una educación que contempla las artes también como eje fundamental de la formación integral de un individuo. En fin, o sea, son un montón de cosas que reverberan a partir de que no existimos dentro de la propia ley. Entonces, creo que uno de los primeros aspectos que habría que resolver es eso, que tengamos una identidad dentro del marco legislativo y a partir de allí podamos avanzar en una serie de vacíos históricos que generan esta precariedad en la cual existe el artista de la danza y de las artes en general”, comentó Sotelo.
Diversificar las vías de consumo y distribución del arte no solo ha abierto un panorama de nuevas narrativas para los artistas, sino también un espacio de acceso para la población desde diferentes puntos geográficos. Frente a estas problemáticas, los especialistas en gestión de las artes y la cultura afirman que es necesario generar nuevas formas de consumir y producir arte y así procurar que llegue a todas las personas.
“Generar redes solidarias, generar espacios desde otras economías, es decir, utilizar el trueque, utilizar bancos de tiempo, utilizar otras herramientas que nos permitan seguir existiendo y seguir activando. Y creo que hay múltiples plataformas en las que estamos interesados en mostrar lo que están haciendo los creadores y creadoras”, relató Mishelle Muñóz, gestora cultural.
El arte sigue siendo un rubro pendiente y menor al momento de asignar recursos y generar políticas públicas de desarrollo. Sin embargo, el gremio cultural y artístico cada día pone su esfuerzo, capital propio, habilidades y creatividad para lograr que siga siendo algo más que una actividad recreativa y se convierta en un motor de desarrollo humano.
Por: TV UNAM.
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