Nicaragua.

Los hermanos Walter y Arturo Pérez comenzaron hace casi medio siglo a levantar piedras para desarrollar sus músculos. Con más de 60 años todavía levantan pesas en el modesto gimnasio que tienen en Santa Teresa, una zona agrícola a unos 50 km al sur de Managua, donde los conocen como los “Hermanos Hércules” o los “Abuelos fisicoculturistas”.

Aquí entrenan a decenas de jóvenes. “Son una leyenda porque creo que como desde los 16-18 o algo así, ellos hacen ejercicio y ya creo que uno lleva 65 y todavía siguen haciendo ejercicio a diario”, dijo Ana Soborio, quien entrena con los hermanos.

“Durante mucho tiempo ellos me han servido. Yo era una persona que legalmente era súper flaquita. Ellos me comenzaron a entrenar, ellos comenzaron a decirme qué debía de hacer y legalmente pues ahora me ha servido de gran manera”, contó Porfirio Cortés, que también entrena con los hermanos.

El camino de los hermanos no fue fácil. Arturo y una de sus hermanas nacieron sordos. Walter oía parcialmente, pero dejó de escuchar por completo cuando era niño. En su infancia trabajaron vendiendo periódicos en las calles y sufrían hostigamiento de otros niños porque no hablaban.

“Siempre fuimos unidos como hermanos, los demás nos pegaban y decían: “son sordos”, y se burlaban de nosotros y mi hermano se ponía triste”, contó Walter.

La situación cambió cuando los hermanos empezaron a ejercitarse y se fortalecieron. “Antes la gente era mala conmigo porque no hablaba, peleaba mucho con los malos y mi hermano les pegaba a todos. Chiquito me pegaban y Arturo, mi hermano, cuando empezó a hacer ejercicio, con el tiempo ya no me pegaban, ya no había miedo”, dijo Arturo.

Debutaron en los torneo de fisicoculturismo cuando eran veinteañeros. Tuvieron que aprender a medir el tiempo, pues no escuchaban la música que indicaba los cambios de poses en estas competencias. Con dedicación, lograron 16 medallas y una veintena de trofeos en Nicaragua  y otros países de Centroamérica entre 1988 y 2010.

Aunque ya no participan en torneos, han ganado decenas de miles de seguidores en las redes sociales desde que Yahír, hijo de Walter, les creó un perfil y publicó sus imágenes.

“En la redes me gusta enseñarle a las damas y caballeros, a todos, a cualquiera, a las mujeres que hacen ejercicio a hacer hombro con técnica. Antes perdían mucho tiempo, ahora las mujeres tienen técnica”, mencionó Arturo.

Ahí publican videos con rutinas de ejercicios y recetas de batidos naturales que familiares y amigos ayudan a producir.