España.

Parecía una visita más al dentista, pero acabó con una aguja clavada en el cerebro de una niña de 4 años. Es el inédito caso al que se enfrentaron los cirujanos del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

José Hinojosa neurocirujano pediátrico del centro: “En la aguja de anestesia que va normalmente clavada en la encía, se rompe, y al romperse, esta aguja migra hacia el cerebro”.

Varios dentistas intentaron sacar la aguja, pero cuanto más la tocaban, más se hundía. La base del cráneo está perforada por un montón de agujeros por los que pasan nervios, arterias y venas.

Por unos pequeños agujeros que hay en la base del cráneo, la aguja es por donde migra, de modo que esa aguja ya no está en la cavidad oral nunca más, sino que se ha metido en el interior, en el cerebro”, agregó.

Una intervención muy complicada y sin precedentes. “La extracción de esa aguja podría dar lugar a una lesión de esos nervios o a una hemorragia masiva intraoperatoria”, dijo.

A pesar del riesgo, la operación fue un éxito y la niña se recuperó sin daño cerebral ni secuelas neurológicas.