China.

Este miércoles ha entrado en la órbita lunar la sonda Chang’e 6 del gigante asiático, completando así otro paso en su misión de recoger muestras de la cara oculta de la Luna por primera vez en la historia. La Administración Nacional del Espacio de China informó de que la sonda ejecutó con éxito la maniobra de frenado prevista, lo que permite que sea capturada por la gravedad de nuestro satélite.

Una vez en órbita, la sonda Chang’e 6 ajustará su altitud y ángulo de órbita lunar en preparación para los próximos pasos de su misión, que incluyen el alunizaje en la región polar sur de la Luna, donde está previsto que tome unos dos kilogramos de muestras. Esa región apenas explorada ha despertado gran interés en la comunidad científica internacional.

La sonda lunar china Chang’e 6 despegó con éxito el pasado viernes a bordo del cohete Larga Marcha-5 Y8, que impulsó la nave desde el sitio de lanzamiento de Wenchang, en la provincia meridional de Hainan. Su destino es la cuenca Apolo dentro de la Cuenca Aitken-Polo Sur, zona de características geológicas únicas y desde donde podría arrojar luz sobre los orígenes y la evolución de nuestro satélite natural.

La sonda está compuesta por cuatro componentes: un orbitador, un alunizador, un ascensor y un módulo de reentrada. El ascensor jugará un papel crucial al transportar las muestras lunares recolectadas por el alunizador hasta el orbitador lunar. Luego las muestras serán transferidas al módulo de reentrada en el orbitador, el cual las llevará de vuelta a la Tierra para su análisis en laboratorios.

Con una duración estimada de 53 días, esta misión reafirma a China en el selecto grupo de países que han logrado recolectar muestras lunares, siguiendo los pasos de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. La misión lleva cuatro cargas útiles desarrolladas mediante cooperación internacional, con instrumentos científicos de Francia, Italia y la Agencia Espacial Europea (ESA) a bordo del alunizador, mientras que un pequeño satélite de Pakistán está en el orbitador.

La sonda lunar más reciente de China, la Chang’e 5, viajó al satélite en 2020 y recogió 1.731 gramos de muestras de terreno. El programa, Chang’e, cuyo nombre honra a una diosa de las leyendas chinas que se cree vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.

En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el exitoso alunizaje de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún otro país había alcanzado hasta la fecha, y la construcción de su propia estación espacial.