España.

Hace tres años desarrollaron el primer motor de inducción lineal de España, capaz de desplazar un vehículo de 250 kilogramos. Hace dos, lograron la levitación que cada curso, en cada nuevo prototipo, desarrollan de manera más temprana. Y el año pasado fueron el único equipo de toda la europa en Hyperloop Week en presentar su propio tubo al vacío.

Son HyperLoop UPV, el equipo integrado por 46 estudiantes de múltiples titulaciones de la UPV, que ha mostrado a 19 de sus más de 70 patrocinadores los avances en la construcción de su nuevo prototipo, Kenos y la infraestructura que lo acompaña, Atlas.

Con ellos, el próximo mes de julio en Zurich competirán nuevamente en el European Hyperloop Week. Allí, pese a que les esperan rivales del nivel de la TU de Delf o el MIT, la ambición está clara: conseguir la victoria.

“Pues llevamos una gran ventaja competitiva respecto al vacío, entonces este año estamos desarrollando ciertas técnicas, una tecnología que nos permita que sea más eficiente y en eso vamos a ser pioneros seguro y luego también estamos desenvolviendo un nuevo tipo de motor que va a cambiar un poco la visión que se tiene de Hyperloop para que sea más sostenible”, explicó Hugo Albert.

La clave de su potencial, la implicación, el talento y la diversidad de un grupo que se renueva año a año, a la vez que evoluciona sobre la base del trabajo de sus equipos anteriores.

“Solemos ser entre 40 y 50 alumnos siempre de todas las escuelas del Politécnico y precisamente esa multidisciplinariedad bien organizada es lo que nos hace poder llegar a solventar retos tan diversos dentro de esta tecnología. Llevamos desde el propio diseño gráfico, la gestión económica, hasta todo el tema de diseño mecánico, electromagnético o eléctrico, por ejemplo”, acentuó Albert.

Aunque aún queda mucho camino por recorrer, hasta que la tecnología Hyperloop llegue a nuestro día a día, el ingenio UPV sigue dando nuevos pasos, acercando el transporte del futuro de la mano de quienes, tal vez, pueden ser claves a la hora de hacerlo realidad.

Por: UPV.