España.

Es la única mina submarina que hay en Europa, está en la costa asturiana, fue construida como una tradicional pero en un lugar poco habitual muy cerca de la playa.

Descubrieron que el carbón que había bajo el mar era de mucha mejor calidad con lo cual empezaron así la primera explotación”, acentuó Lilia García, gestora cultural.

Se explotó durante 80 años y dejó de funcionar en 1915.

Las filtraciones del agua del mar, los incendios espontáneos fueron lo que hicieron inviable el continuar con la explotación”, destacó García.

A bordo de barcos como este, geólogos, biólogos marinos, buscan nuevas minas de materiales en el fondo del mar. Funcionan con estos robots que son capaces de recolectar metales o nódulos hasta 6.000 metros de profundidad, esenciales para las baterías de coches eléctricos o de los móviles.

“Lo que está ocurriendo es que los descubrimientos de minas en tierra son mucho más escasos que hace décadas, que la sociedad actual requiere de enormes cantidades de metales”, subrayó el geólogo, Francisco González.

¿Qué sabemos de estos nódulos en cuanto a la biodiversidad?

Los nódulos son puntos calientes de biodiversidad porque la fauna en esta zona de nódulos aumenta muchísimo con respecto a las zonas donde no hay nódulos”, dijo Javier Cristobo, biólogo marino del Instituto Español de Oceanografía.

Frente a las costas canarias y en Galicia son las dos zonas que han identificado los científicos para la posible ubicación de minas submarinas aquí en España, pero para que se pongan en marcha, nos dicen, aún queda tiempo.

“Su explotación va a depender de la urgencia climática, de la urgencia, de la transición digital. El 95-97% de las especies que viven a más de 3000 metros de profundidad son desconocidas. Por eso es muy importante llegaros a conocer antes de que se empiecen a destruir”, comentó González.

En julio, la alta autoridad de Fondos Marinos decidirá si autoriza ese tipo de minas en algunas zonas de aguas internacionales.

Por: RTVE.