Argentina.

En González Catán, suburbio de Buenos Aires, vive Rocío Mendoza, ama de casa, casada con un guardia de seguridad. El tercero de sus cuatro hijos, Pablo, de 15 años, tiene leucemia. En enero, su médica le recomendó un tratamiento que cuesta 110 mil dólares mensuales. No lo consiguió.

El gobierno de Javier Milei paralizó a principios de febrero, la entrega de medicamentos para enfermedades graves, tras hallar supuestas irregularidades en las compras del Estado.

“Entonces le hacen una quimio alternativa. La quimio le arruinó el estómago, se le inflaman los intestinos, estuvo 15 días sin comer. Mi hijo pasó por toda esta situación que no tendría que haber pasado porque la medicación tendría que haber estado, ahora estamos esperando la medicación y no sabemos qué va a pasar más adelante porque la médula es algo que es como una bomba”, dijo Rocio.

En Monte Chingolo, otro suburbio bonaerense, vive Pablo Riveros. Tiene 20 años y estudia diseño gráfico. Desde hace dos años sufre hemoglobinuria paroxística nocturna HPN, una enfermedad que destruye los glóbulos rojos. Hasta el mes pasado recibía del Estado una medicación que cuesta 48 mil dólares mensuales. Ya no, en febrero consiguió que se la prestara un hospital universitario.

El lunes me tendría que dar otra dosis, pero ya no tengo más. Esto me genera demasiada bronca al pensar que se están burlando de nuestras caras, de que puede ser que nos podamos morir.  Se disminuye el nivel de plaquetas en sangre, lo cual con el paso de tiempo, se puede llegar a la muerte”, dijo Pablo.

La entrega de medicamentos se interrumpió después de que el gobierno de Milei denunciara ante la justicia a funcionarios de la administración anterior. Los acusa de seleccionar proveedores sin respetar pasos legales y pagándoles elevados precios.

El jefe de los diputados libertarios niega que busquen el déficit cero dejando de distribuir remedios. Su gobierno sostiene que está atendiendo los casos prioritarios.

“Yo hablé con el ministro de Salud, está al tanto de la cuestión, puso gente a trabajar de su ministerio para ver en específico cada tema para corregir lo que en verdad se estaba haciendo mal por el exceso que tenían de manipulación”, dijo.

El economista Nicolás Gadano coincide con la meta de Milei de llegar al déficit cero, pero advierte sobre la forma de lograrlo. “Sin duda es un objetivo importante, pero bueno, evidentemente hasta ahora, el Gobierno le está prestando mucho más foco a la reducción del gasto y el ajuste fiscal que a las consecuencias que se puedan tener en quienes recibían eventualmente esos subsidios, esas prestaciones”, apuntó.

Rocío, mientras tanto, consiguió que fundaciones le donaran tres de las 8 dosis que su hijo necesitará en los próximos dos meses para que puedan trasplantarle la médula.

Los pacientes de cáncer y enfermedades graves que necesitan del Estado argentino para acceder a su medicación esperan que en los próximos días se resuelva esta escasez, ya no pueden esperar más.