México.

Las redes sociales han pretendido convencernos de que son gratuitas, pues no pagamos por usarlas. Pero el negocio de las redes sociales está en nuestros datos.

Cada vez que nos conectamos a Internet, las famosas cookies guardan el rastro digital que vamos dejando. Este rastro contiene información sobre nuestros gustos, lugares que visitamos, lo que hacemos para divertirnos, nuestras posibilidades económicas y muchísimo más.

Con toda esta información, las empresas que administran las redes sociales conforman grandes paquetes de datos que suelen poner a la venta.

Además, muchos sitios web prácticamente nos obligan a aceptar las cookies para poder tener acceso a ellos, porque así recopila nuestros datos.

El problema es que no sabemos para qué lo van a usar, por eso siempre es conveniente que tengas cuidado con lo que publicas en el mundo digital.

Por: DGDC.