España.
¿Cuál es el ritmo del envejecimiento? La respuesta la tiene un equipo de la Universitat Politécnica de Valencia, la Universitat de València, el Centro de Investigación Príncipe Felipe y el Centro en Investigación Biomédica en Red. Desde sus laboratorios han desarrollado y evaluado en modelo animal, una nueva sonda que ayuda a comprender mejor los procesos relacionados con el envejecimiento y a establecer nuevas estrategias para revertir los procesos degenerativos asociados al mismo.
“Con el envejecimiento, las células senescentes se van acumulando de forma progresiva en el organismo y contribuyen al desarrollo de enfermedades típicamente asociadas a la edad como artritis, enfermedades neurodegenerativas e incluso cáncer. Nosotros hemos diseñado una sonda que es capaz de estimar la carga de estas células senescentes en el organismo, simplemente, mediante la medida de fluorescencia en orina”, explicó Sara Rojas, Investigadora del Instituto de BIOTECMED de la Universitat de València.
La sonda sería también muy útil para monitorizar tratamientos analíticos, aquellos que buscan eliminar las células senescentes con el fin de rejuvenecer tejidos y su aplicación es muy sencilla.
“Nuestra sonda se administra de forma intraperitoneal que es una forma de administración bastante sencilla, se procesa en el organismo y como tiene unos grupos que permiten que se excrete rápidamente a través de la orina, simplemente al pasar unos 15 o 30 minutos aproximadamente, se puede recoger una muestra de orina que se puede procesar en un fluorímetro para detectar la señal. Y en función del nivel de fluorescencia, nos permite correlacionar la carga de senescencia que hay en el organismo”, explicó Alba García, investigadora del IDM-CIBER BBN de la Universitat Politécnica de Valencia.
Entre esos usos esta sonda podría también aplicarse en un futuro para evaluar la respuesta de pacientes de cáncer a terapias que inducen la senescencia.
“Podríamos determinar si el paciente realmente está teniendo positivamente una respuesta de inducción de senescencia y tendría más carga de células senescentes, y por tanto, la sonda tendría más fluorescencia en la orina o por el contrario no está funcionando, podemos parar esa terapia y darle otra terapia alternativa al paciente”, detalló Mar Orzáez, investigadora del CIPF.
Por otro lado, actualmente también se están estudiando terapias senolíticas después de las senescentes para evitar procesos de metástasis posteriores. Tanto en un caso como en otro, esta sonda actuaría a modo de sistema de alerta.
“Nos permitiría poder reaccionar pronto si un paciente no está respondiendo y permitirnos cambiar el tratamiento y buscar una terapia más dirigida”, dijo.
Esta investigación ha sido publicada en la revista Nature Communications.
Por: UPV.
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