Francia.

La construcción de la Catedral de Notre Dame en París comenzó en 1163 y la estructura básica se terminó en 1345, con una superficie de 6.000 metros cuadrados, 127 metros de largo, 40 de ancho y 33 de alto.

Fue hasta mediados del siglo XIII el monumento religioso más grande del mundo occidental.

La obra maestra de la arquitectura gótica fue construida en forma de cruz para reflejar el orden divino. Las características arquitectónicas y la innovación técnica permitieron construir edificios cada vez más altos.

Se dispusieron arcos apuntados en las puertas y se utilizaron bóvedas de crucería cada vez más altas gracias a los arbotantes, un soporte construido contra los muros exteriores.

Para alcanzar estas grandes alturas, los constructores inventaron sierras hidráulicas para cortar los bloques de piedra y dispositivos de elevación como la llamada jaula de ardilla, que permitía a un solo hombre elevar 600 kilogramos de altura sobre el andamia.

Gracias a estas técnicas, fue posible realizar grandes huecos en las paredes que albergaban vitrales mucho mayores de lo que era posible en la Edad Media.

Para proteger la piedra de la lluvia, se colocaron gárgolas al final de los canalones inclinadas hacia el vacío.

El bosque, apodo de la estructura de madera de Notre Dame, era una impresionante maraña de vigas de roble. En la construcción del siglo XIII se utilizaron alrededor de mil árboles.

Antes del incendio de abril de 2019, el bosque era considerado una obra maestra por su complejidad técnica y su excepcional estado de conservación.

Por falta de arcilla para las tejas, el techo se hizo de plomo, pesa 210 toneladas.  Ya en el siglo XII había un órgano en Notre Dame, pero un instrumento que sobrevivió al incendio de 2019, data del siglo XV.

Con casi 12 millones de visitantes al año, Notre Dame era el monumento más visitado de Europa antes del incendio. La catedral será restaurada de forma idéntica y las obras deberían estar terminadas a fines de 2024.