México.

La mexicana María del Rosario Elizondo, conocida como Doña Chayito, es a sus 80 años de edad la última escribana de Querétaro, México, donde decenas de clientes aún le piden que redacten sus cartas de amor o documentos formales en su máquina de escribir.

“Un joven que trabajaba en una compañía de cable, me encontró y me dio las gracias, que gracias a mi carta de recomendación que le redacté, todavía él tenía ese trabajo”, comentó Doña Chayito.

Esta mujer se dedica desde hace 25 años a esta profesión que tuvo un auge en México en el siglo XVIII, durante la época de la colonia española y que ahora va desapareciendo por la tecnología y la alfabetización.

Lo que empezó como una alternativa para obtener mayores ingresos para su familia se ha convertido en la pasión de Doña Chayito, quien se niega a dejar su máquina de escribir pese a sus 80 décadas de vida.

“Porque yo me quedé sin trabajo entonces estaba muy desesperada porque todavía eran chicos mis hijos y yo necesitaba sacarlos adelante”, destacó Doña Chayito.

Los escribanos llegaron al país durante la época de la colonia española y se afianzaron en la etapa del México independiente en el siglo XIX, cuando el 90% de la población era analfabeta y la gente necesitaba que alguien redactara sus documentos formales. Aunque en este momento la tecnología ha modificado esta práctica, aún se conserva al menos en Querétaro y en la Plaza Santo Domingo de Ciudad de México.

Las manos de Doña Chayito aún manejan a la perfección las teclas de la máquina de escribir. Su hijo menor Julián Miguel Valdera se siente muy orgulloso de ella.

“Un orgullo, precisamente por eso, aparte su trabajo la ha dado a conocer. Es una persona muy trabajadora, muy dedicada a su trabajo”, subrayó Doña Chayito.

Durante años en la ciudad de Querétaro la reconocieron por sus escritos, que van desde cartas de amor, constancias de ingresos, cartas de recomendación, documentos formales e incluso tareas escolares.