La trabajadora social Fartun Mumin Abdille hace una foto dentro del campamento de personas desplazadas internamente (PDI) de Ladan, en las afueras de Dollow, en el estado de Jubaland, Somalia, 30 de enero de 2024 ( emitido el 8 de marzo de 2024). Somalia es un ejemplo de cómo las sociedades afectadas por el cambio climático también pueden volverse menos seguras para las mujeres y las niñas. En todo el país, las recientes crisis climáticas extremas, como sequías e inundaciones, han desplazado a millones de personas, la mayoría de ellas mujeres, que quedan más expuestas a entornos peligrosos y, por tanto, a diferentes formas de violencia de género, incluida la agresión sexual. Al mismo tiempo, la lucha por acceder a recursos cada vez más escasos empeora los desequilibrios de poder existentes entre mujeres y hombres en una sociedad profundamente patriarcal. Sin embargo, la dimensión de género del cambio climático aún no se ha abordado plenamente debido a la falta de datos sistemáticos y a obstáculos culturales. Algunas iniciativas intentan encontrar un remedio como este grupo de ahorro impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), donde una treintena de mujeres se organizan para crear un fondo común y apoyar a sus miembros en la puesta en marcha de pequeñas empresas. Además, los espacios seguros en los campos tienen como objetivo proporcionar un canal para que las mujeres hablen y denuncien sus abusos. (Inundaciones, sequía) EFE/EPA/Daniel Irungu ATENCIÓN: Esta Imagen forma parte de un SET DE FOTOS. Vía: EFE.