México.

Para el artista su contexto significa mucho, pues forma parte de su estilo y llega a ser determinante para su obra. La influencia familiar, otras artes, avances y aplicación de técnicas innovadoras hacen que las fronteras de su estilo se rompan y hagan suya una nueva propuesta.

“Yo tengo pasión por el arte. Ahorita estoy en un punto de mi vida que llevo 15 años tatuando y me gusta, pero de repente como artista quieres más y ahorita me estoy enfocando mucho en el cine. Ya cuando adoptas otras artes, creces exponencialmente, te metes a un curso de música y ya cuando regresas al tatuaje tienes otra mentalidad”, comentó Boris, tatuador.

Apasionado por su arte, Boris Ramsés Muñoz Herrera, un artista del tatuaje de la ciudad de Guadalajara al occidente de México, se especializa en la técnica de micro realismo, estilo que se ha presentado como una opción atrayente y cuya técnica elegante y creativa hace que el tatuaje se vea como una fotografía en miniatura.

“Hasta el micro realismo es un reto más difícil, porque el realismo en sí para llegar al realismo es mucha técnica, mucho trabajo, no solamente tatuar bien, sino saber dibujar y pintar bien para llegar a esos tonos. Y todavía ser micro realismo es el realismo en pequeño. Ese es un reto que me gusta mucho. Me gusta mucho como se ve, se ve bonito”, dijo Boris.

El éxito de esta técnica existe gracias a la evolución de la tecnología que se aplica en las herramientas, por lo que se puede trabajar con agujas más pequeñas y delgadas para hacer más detalles en espacios que llegan a ser más reducidos, cuyo resultado es más preciso, nítido y delicado.

“Yo creo que empecé a perfeccionar la hace como cuando llevaba nueve años tatuando. Si hubiera sabido muchas cosas de las que ya sé, ahorita hubiera sido distinto porque me hubiera ahorrado mucho tiempo. Pero hace como cinco o seis años, yo creo que más, unos siete, empecé a dedicarme ya al realismo y en este camino de buscar realismo y ser mejor tatuador, me di cuenta de que el micro realismo me gustaba mucho”, destacó Boris.

Es así como apropiándose del cuerpo, los tatuajes se cargan de contenido simbólico y en la actualidad, más que estigmatizar a sus portadores, es una expresión que se populariza y democratiza lo que una persona quiere decir sobre sí misma.

Por: Canal 44.