ParísFrancia

La utilización de pesticidas en la agricultura se duplicó en el mundo desde 1990, con fuertes disparidades de un continente a otro.

Los pesticidas protegen los cultivos, al destruir organismos considerados nocivos para las plantas, pero tienen efectos nocivos en el medio ambiente y la salud.

Una utilización creciente en el planeta

Los agricultores consumieron 3,54 millones de toneladas de sustancias activas en 2021, un aumento de 11% en 10 años y casi el doble comparado con 1990, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Esta agencia mide los volúmenes de productos fitosanitarios vendidos a partir de datos suministrados por los Estados o los vendedores de productos cuando los países no los brindan, lo cual no refleja necesariamente su peligrosidad.

Este método está lejos de ser ideal, pero tiene el mérito de permitir hacer comparaciones, destacó Francesco Tubiello, un estadístico de la FAO.

La confidencialidad, la falta de voluntad de compartir este tipo de información, indicaciones diferentes en cada país hacen que esos datos sean «los más difíciles de recopilar», aseguró.

Las herbicidas, que combaten las malas hierbas, representan cerca de la mitad.

Los fungicidas y bactericidas, utilizados contra hongos y bacterias, 22%; y los insecticidas, que atacan los insectos nocivos, 22%.

Los sistemas fitosanitarios, que incluyen los pesticidas sintéticos y sustancias minerales a base de cobre, por ejemplo, «son necesarios para proteger los rendimientos y los ingresos de los productores», recordó Niklas Möhring, economista agrícola de la Universidad de Bonn.

Pero admite que «numerosos estudios han demostrado los últimos años su impacto en la salud, los ecosistemas, la biodiversidad, y a veces en los rendimientos debido a la aparición de resistencias».

Para los agricultores es difícil evitar los pesticidas «porque funcionan muy bien, no son caros y pueden ser empleados en contextos diferentes, a menudo con la misma maquinaria, sin necesidad de conocimiento profundo», destacó.

Brasil, mayor consumidor mundial de pesticidas

Desde mediados de los años 1990, el continente americano es el mayor consumidor de pesticidas, con un aumento de 191% en su uso entre 1990 y 2021, para alcanzar 1,78 millones de toneladas.

También es el continente donde, entre 1990 y 2021, se aplicó el mayor volumen medio de plaguicidas por hectárea.

Brasil es el país que más utiliza pesticidas en el mundo, con 720.000 toneladas y un promedio de 10,9 kg/ha, por encima de Estados Unidos con 457 toneladas y 2,85 kg/ha.

En esos dos países, los agricultores suelen limitar el arado de los cultivos extensivos (trigo, maíz, soja), lo cual requiere más herbicidas.

Asia es el segundo continente más consumidor, con 980.000 toneladas de pesticidas utilizados en 2021, un aumento de 67% desde 1990.

Sin embargo, está por debajo del promedio mundial en su utilización por hectárea. Indonesia y China son el número 3 y 4 entre los mayores consumidores mundiales.

Europa intenta limitar

El consumo de pesticidas en Europa solo ha aumentado 1% desde 1990, alcanzando 505.000 toneladas en 2021, según la FAO.

Pero esta estabilización «muestra que 10 a 15 años de políticas sobre pesticidas no han tenido un impacto positivo real», destacó Möhring sobre la referencia a la obligación de cada Estado de la Unión Euoropea de desarrollar un plan estratégico de reducción de pesticidas.

Sin embargo, señaló que Dinamarca demostró que es posible cambiar las cosas, sobre todo con un sistema de impuestos más altos para los productos más peligrosos para la salud y el medio ambiente.

Los mayores consumidores europeos por hectárea son Países Bajos (10,9 kg/ha) e Irlanda (7 kg/ha). Francia se ubica en el promedio (3,7 kg/ha), detrás de España (4,6 kg/ha) y Alemania (4,1 kg/ha) y al frente de Polonia (2,3 kg/ha).

Dentro de un mismo país, el uso varía fuertemente de un tipo de cultivo a otro. En Francia, según el servicio de estadística del Ministerio de Agricultura, en 2017 o 2018, la soja recibía en promedio menos de tres tratamientos por año, el trigo siete tratamientos, y las manzanas 36 tratamientos.

En África, el consumo ha aumentado 175% desde 1990 pero sigue siendo el continente de menos consumo por hectárea.

Por Juliette Michel