Surat, India.

Los diamantes brillan por igual, pero hay diferencias importantes: las gemas naturales extraídas tienen más de mil millones de años, mientras las piedras de laboratorio son nuevas y cuestan menos de la mitad.

Las gemas sintéticas están transformando el mercado mundial de los diamantes, valorado en 89.000 millones de dólares, especialmente en la ciudad de Surat, en el oeste de India, donde se cortan y pulen 90% de los diamantes del mundo.

En el laboratorio de Smit Patel se colocan las «semillas» de diamantes de cristal en reactores que imitan la presión extrema bajo la tierra.

«Cuando el cliente lo ve, se vende por sí solo. Este es el futuro», asegura Patel, director de Greenlab Diamonds y tercera generación de su familia en el negocio de diamantes.

De la semilla a la gema, su equipo tarda menos de ocho semanas en producir un diamante indistinguible de uno extraído de una mina.

«Es el mismo producto, la misma química, las mismas propiedades ópticas», sostuvo Patel.

Gas, calor, presión

La exportación de diamantes sintéticos de India se triplicó en valor entre 2019 y 2022, mientras los volúmenes exportados subieron en 25% entre abril y octubre de 2023, según datos de la industria.

«Por volumen hemos crecido 400% interanual», dijo Patel.

Los reactores de laboratorios como el de Patel están cargados de gases carbónicos, como el metano, y el cristal crece bajo el calor y la presión.

Los diamantes en bruto son llevados a otra instalación donde cientos de trabajadores diseñan, cortan y pulen la piedras.

La cuota de mercado de las gemas sintéticas creció, por valor, de 3,5% en 2018 a 18,5% en 2023, indicó el analista de la industria Paul Zimnisky. Agregó que este año podría alcanzar 20%.

Esto ha hecho que aumente la presión sobre una industria golpeada por la inestabilidad geopolítica y el declive de la demanda.

Piedras «limpias»

Los diamantes sintéticos fueron desarrollados en los años 1950 pero requirieron de avances tecnológicos para ser comercialmente viables, lo que fue posible desde hace menos de una década.

Los productores defienden que sus gemas generan menos carbono, aunque persisten dudas de que el proceso de producción, intensivo en energía, sea mejor para el medio ambiente.

Patel afirma que su laboratorio utiliza energía solar de la red local, aunque otros obtienen su electricidad de generadores a carbón.

Los vendedores de diamantes extraídos aseguran que los «diamantes de conflicto» están fuera del mercado mediante el Proceso Kimberley de certificación, pero los productores sintéticos recalcan que sus instalaciones garantizan un historial limpio.

Los llamados diamantes de conflicto proceden de zonas conflictivas donde milicias intentan utilizarlos para financiar sus actividades.

Esas garantías ambientales y humanitarias han ayudado a que las piedras sintéticas se hayan popularizado en los anillos de compromiso.

«Tormenta perfecta»

Los fabricantes indios de diamantes exportaron 4,04 millones de quilates entre abril y octubre de 2023, un aumento interanual de 42%, según el Consejo Indio de Promoción de la Exportación de Gemas y Joyas (GJEPC).

En contraste, las empresas indias de diamantes naturales reportaron una caída de más de 25%, a 11,3 millones de quilates, en el mismo período.

La venta de diamantes naturales creció con los confinamientos durante la pandemia del covid-19, pero la demanda decayó después.

Con ello, las grandes compañías quedaron con existencias excesivas.

Ajesh Mehta, de D.Navinchandra Exports, cuyo grupo es uno de los compradores autorizados del gigante de los diamantes De Beers Group, lo calificó como el peor declive en sus 30 años de carrera.

Además de la competencia de los diamantes sintéticos, el mercado se vio afectado por la desaceleración económica de los mercados de Estados Unidos y China, así como el exceso de oferta.

Sin monopolio

La industria de laboratorio también tiene sus problemas.

La oferta se disparó y los precios cayeron drásticamente. Los precios de mayoreo declinaron 58% en 2023, según el análisis de Golan.

Comerciantes de Surat dijeron que el precio de una piedra pulida de un quilate cayó de 2.400 dólares en 2022 a poco más de 1.000 dólares en 2023.

WD Lab Grown Diamonds, segundo mayor productor estadounidense de diamantes de laboratorio, se declaró en quiebra en octubre.

Pero Patel sostiene que el declive de precios impulsará la demanda.

«Sabíamos que los precios caerían porque no hay monopolio en esta industria», explicó.

Clientes en una joyería de Bombay coinciden con él.

«Un diamante extraído es cinco veces más caro», comentó Lekha Prabhakar, de 29 años.

«Si quieres algo para usar a diario (…) un diamante sintético sirve».