Nueva York, Estados Unidos.

El Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, uno de los más visitados del mundo, cerrará dos galerías dedicadas a las culturas indígenas de Norteamérica, dentro de un proceso de reinterpretación histórica de los museos emprendido en Estados Unidos y en Europa.

El museo justificó el cierre como una adecuación a una norma federal que obliga a las instituciones culturales a tener el consentimiento de los pueblos originarios para poder exponer las obras.

Desde este sábado, la institución mantendrá cerradas las galerías ‘Eastern Woodlands’ y ‘Great Plains’, y tapará tres expositores situados a las puertas de la primera, dos vitrinas del ‘Mead Hall of Pacific Peoples’ -donde se exponían objetos de la cultura nativa hawaiana- y otras dos del ‘Theodore Roosevelt Memorial Hall’.

«El número de objetos culturales en esos pasillos es significativo, y debido también a que estas exposiciones son muy anticuadas hemos decidido que, mejor que tapar o eliminar artículos especificos, cerraremos las galerías» explicó el presidente del museo, Sean M. Decatur, en una carta a sus trabajadores.

Según Decatur, el cierre de la exposición de ‘Eastern Woodlands’ conlleva la suspensión de los viajes escolares a la galería, que se han practicado durantes años.

El museo se suma así a otras instituciones culturales en Estados Unidos, como el museo de Historia Natural de Chicago o el museo de Arte de Cleveland, que han cubierto algunos de sus objetos expuestos mientras estudian cómo adecuarse a las nuevas normas y los nuevos tiempos.

La ley de Protección y Repatriación de Tumbas de Nativos Americanos (Nagpra), promulgada en 1990, establecía protocolos para los museos y otras instituciones para devolver restos humanos, objetos funerarios y otros artículos a sus tribus de origen, ya que en muchas ocasiones se obtuvieron sin su consentimiento.

Sin embargo, muchos museos no acataban la normativa, que finalmente fue actualizada en diciembre, cuando se dictó un plazo de cinco años para repatriar los artículos.

En el comunicado, Decatur se mostró de acuerdo con la ley y aseguró que, aunque el cierre de las galerías puede parecer precipitado, «refleja una urgencia creciente de todos los museos de cambiar sus relaciones con las culturas indígenas y su representación de las mismas».

El presidente calificó a las galerías afectadas como «vestigios de una época en la que museos como el nuestro no respetaban los valores, perspectivas ni la humanidad compartida de las personas indígenas».

«Estas acciones son solo el principio, no el final. Aprovecharemos esta oportunidad para continuar nuestro propio aprendizaje y avanzar en nuestro compromiso de trabajar de nuevas maneras», añadió.