‘Capibara Sun’, un videojuego para crear conciencia sobre incendios en Bolivia

Bolivia.

A través de este juego de tipo arcade, Bolivia quiere crear conciencia ante los incendios que cada año deja miles de hectáreas destruidas y a diversas especies sin hogar en el país.

‘Capibara Sun’ es el nombre del juego diseñado y programado por el ingeniero boliviano Daniel Canedo, por encargo del Centro Cultural de España en La Paz, donde la gente puede acercarse para jugarlo.

“Es más una llamada de atención para la gente que realmente pueda hacer algo y que está permitiendo que estas cosas estén pasando, porque ya es algo que vemos desde hace mucho tiempo y se sigue repitiendo y se sigue repitiendo año tras año. Y cada vez es peor. Cada vez más hectáreas las que se han quemado. Cada vez es más espacio el que se ha perdido. Cada vez son más hábitats quemados, cada vez son más animales desplazados y todo a razón del fuego, que no es un desastre natural, sino que es a propósito”, comentó Daniel Canedo.

La protagonista del juego es Cappy, una pequeña capibara carpincho o chigüire que huye del fuego y trata de reunirse con su familia desplazada por los incendios forestales.

El paisaje de fondo está inspirado en la localidad de Chochis, en la región oriental de Santa Cruz, caracterizada por sus serranías verdes y una formación rocosa conocida como la Torre de Portón, que fue una de las zonas afectadas fuertemente por los incendios.

“Es un juego de plataforma donde el capibara se mueve de izquierda a derecha tratando de saltar sobre plataformas que se encuentran representando un poco lo que es su hábitat, que es un lugar, un bosque un poco selvático, pero al mismo tiempo está el fuego que lo está tratando de impedir que se escape”, dijo Canedo.

Y es que los incendios son un problema recurrente en Bolivia, donde en 2019 el fuego arrasó más de 5 millones de hectáreas en el país, lo que se consideró como uno de los más grandes desastres ecológicos en la última década. Hasta fines de octubre, el gobierno boliviano contabilizó 2,6 millones de hectáreas quemadas frente a los más de 4 millones reportados en 2022.