Chile.
Problemas con la memoria, confusión, desorientación, cambios emocionales y dificultad para planificar y desarrollar tareas cotidianas, son algunos de los síntomas del Alzheimer.
Esta es una de las enfermedades que afectan al sistema nervioso central más preocupantes en la actualidad, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula una cifra aproximada de 55 millones de personas a nivel global que viven con demencia; de ellas, un 70% son de Alzheimer.
¿Qué tan lejos hay que ir para encontrar un remedio contra el Alzheimer? Los investigadores del Departamento de Química de la Universidad del Bío-Bío, Jaime Cabrera Pardo y Ramón Ahumada Rudolf, viajaron a la región más austral de Chile: la Antártica. Allí desafiaron las condiciones extremas con la misión de conocer los efectos benéficos de hongos contra este trastorno del cerebro. Para ello, recolectaron más de 60 muestras que buscaron en sustratos vegetales, suelo, sedimentos y agua de mar.
“Nosotros fuimos a la parte más norte de la Antártica en la isla Rey Jorge y es donde está la base Escudero que pertenece al Instituto Antártico Chileno, la base más grande del instituto. Y es como estar en otro en otro planeta, o sea, la temperatura a pesar de que era verano, la máxima era de -2,1°”, dijo Jaime Cabrera Pardo, académico de la Facultad de Ciencias UBB y director de LabQAS.
“Vimos muchos parches ecológicos que tienen que ver con los musgos. Ahí uno no encuentra pasto y muy pocas plantas, generalmente son musgos y eso sí, fuimos buscando hongos. Y es increíble cuando bajamos por los valles, por los ríos donde se fue en el fondo descubriendo después desde el hielo y encontrar que dentro de estos valles, encontramos muchísimos hongos. Hongos que ya estaban dentro de este sistema y que ahora estamos estudiando y trayendo a la química y viendo que podemos hacer con el potencial de ellos”, dijo Ramón Ahumada académico de la Facultad de Ciencias UBB y codirector de LabQAS.
Ir a la Antártica permitió que los científicos pudieran aislar microorganismos que habitan en condiciones extremas e inexploradas y que se producen con características únicas. Propiciar la investigación sobre hongos implica entonces, avanzar en el estudio de productos naturales para potenciales usos en biomedicina, y en particular, para esta enfermedad.
“La idea de esto es poder identificar algún tipo de hongo que haya crecido en un ambiente extremo de la Antártica en la isla Rey Jorge, que produzca algún tipo de molécula que tenga un efecto neuroprotector en líneas celulares”, agregó Cabrera Pardo.
Se espera que de ser positivo los resultados de la investigación, comience un nuevo proceso ahora utilizando modelos experimentales más avanzados, con el fin de encontrar un remedio asertivo para el Alzheimer.
Por: UESTV.
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