Francia.
El primer paso es crítico, se trata de separar correctamente los materiales que se encuentran en los paneles fotovoltaicos. Estos paneles están muy bien protegidos por una lámina de vidrio que les permite resistir las inclemencias del tiempo y dejar pasar la luz para que se produzca el efecto fotovoltaico. Y, en el interior, tenemos células fotovoltaicas.
Es una parte muy pequeña de la masa, pero es la mayor parte del valor, por lo que el objetivo es despegar todos estos elementos que están pegados, y que el panel fotovoltaico dure mucho tiempo. Así que, el primer paso es un proceso térmico.
Vamos a hacer una pirólisis para deshacernos de los polímeros que pegan todos estos materiales. Una vez desprendidos estos materiales entre sí, utilizaremos la clasificación mecánica para separarlos y en la última etapa recuperaremos las células fotovoltaicas que contienen silicio y plata.
Utilizaremos un proceso de química blanda que no disolverá los metales, sino que, simplemente, desprenderá los hilos de plata que están en las células fotovoltaicas.
Los desprenderá para recuperar estos hilos de plata que son muy valiosos. Y, luego, los fragmentos de células de silicio, que son de silicio de muy alta pureza, se recuperan y reutilizan en la industria europea.
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