Roma.
La ciudad italiana de Venecia (noreste) acogerá este viernes el «Blue Friday«, una «alternativa ecológica» al consumista «Black Friday» que tratará de concienciar sobre el impacto de las compras masivas en los océanos y de dar alternativas para su conservación.
Así, diferentes actividades recorrerán la ciudad de los canales en un programa impulsado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO que abordará conceptos como la eco-ansiedad o el «bluewashing» (las estrategias publicitarias que se aprovechan de las acciones medioambientales).
«El ‘Blue Friday‘ de este año adquiere un valor aún mayor porque nos permite reflexionar sobre el papel del océano también con vistas a la COP 28, la cumbre de la ONU sobre el clima que se celebrará en Dubai desde el 30 de noviembre», indicó en un comunicado la oceanógrafa y coordinadora del programa de educación oceánica de la UNESCO, Francesca Santoro.
El «Black Friday«, también llamado «viernes negro» en español, es una fiesta surgida en Estados Unidos en la que los consumidores se lanzan a la tiendas para hacer compras masivas aprovechando descuentos especiales antes de las celebraciones de Navidad.
En el lado opuesto nació el año pasado el programa del «Blue Friday«, que Venecia vuelve a organizar con apoyo de investigadores, científicos, empresarios, artistas y ciudadanos.
Así, la sede de la Oficina Regional de la UNESCO para la Ciencia y la Cultura en Europa será el escenario principal del «viernes azul», que arrancará con una mesa redonda y continuará con una charla del biólogo marino y explorador de National Geographic Giovanni Chimienti sobre la salvaguardia del ambiente marino.
Las iniciativas también se organizarán el sábado, como la presentación del libro «El Capital Natural. Ideas y soluciones para hacer las paces con el Planeta» en el Palazzo Zorzi, publicación editada por Daniele Moretti con una serie de testimonios sobre la crisis climática.
«El «Blue Friday» va precisamente en esta dirección, proponiéndose como una verdadera llamada a la acción dirigida a ciudadanos, instituciones, empresas y centros de investigación: un momento fundamental para hacer Cultura Oceánica y aumentar la conciencia y la comprensión de la importancia del océano y de los ecosistemas marinos a muchos niveles», apuntó Santoro.
Según la oficina de la UNESCO, la eco-ansiedad, es decir, el miedo generalizado al cambio climático y sus consecuencias para la salud mental, afecta a más de un tercio de los europeos (37%), aunque el porcentaje se eleva aún más en los países mediterráneos.
Se trata de una cuestión que afecta especialmente a los jóvenes: el 45% de los jóvenes de 16 a 25 años declaran a diario ansiedad y angustia asociadas a la mezcla de tristeza y nostalgia ante «unos territorios irremediablemente comprometidos«, indica su estudio.
Al respecto, Santoro avanzó que en la COP 28 habrá un «Pabellón de los Océanos» para destacar su papel en la «agenda política internacional».
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