Noruega.
La soledad y el aislamiento no solamente perjudican la salud física y mental de quienes los padecen, sino también la cohesión social. En diferentes regiones de siete países del norte de Europa, universidades, municipios, empresas y asociaciones han unido sus fuerzas para pasar del aislamiento a la inclusión en el marco del proyecto europeo “i2i”.
“Sabemos que las personas que se sienten solas y aisladas corren el riesgo de sufrir depresiones, también corren el riesgo de padecer distintas enfermedades. Por lo tanto, para nosotros era muy importante tratar estos temas para ver cómo podíamos incluir a las personas y ayudarlas a tener una mayor calidad de vida”, dijo Elin Thygesen, coordinadora, i2i de la Universidad de Bergen en Noruega.
En Arendal, Noruega, el proyecto europeo i2i se centra en el transporte como herramienta de inclusión. Bjorg puede reservar un microbús para ir al médico o al Centro Social, basta con que utilice la aplicación del proyecto o llame por teléfono y el microbús la lleva de puerta a puerta.
“Sí, nos recogen donde queremos. Podemos salir mucho más de lo que habríamos podido hacerlo si no hubiésemos tenido este servicio y además, nos ayudan con las compras para llevarlas hasta la puerta de casa. Son muy amables”, contó la beneficiaria del proyecto i2i, Bjorg Eidskard Morlan.
Siete países del norte de Europa que son Dinamarca, Suecia, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido y Noruega han realizado más de 45 actividades en el marco del proyecto i2i.
El programa se centra en la innovación como escudo contra el aislamiento. Al ser una nonagenaria que vive sola se beneficia de forma gratuita de una pantalla incorporada en este proyecto piloto; su familia puede hablar con ella y enviarle fotos y mensajes sin que se tenga que pulsar ningún botón.
“Sí, la utilizo cuando me llaman. A veces todos los días”, dijo Else Lindland.
“Lo bonito de la pantalla es que ya no tiene que contestar porque no sabe cómo y no tiene por qué hacerlo. Se trata únicamente de una cuenta atrás, es muy fácil de usar, solamente es necesario que esté en la habitación”, expresó Selma Hofman Lindland, nieta de Else.
El presupuesto total de i2i es de algo más de 3 millones de euros, de los cuales 1,3 millones proceden de la política de cohesión de la Unión Europea.
25 organizaciones y empresas del norte de Europa participan en el proyecto. Una de ellas es este centro social gestionado por voluntarios en Arendal que ofrece comidas y diversas actividades relacionadas con la inclusión social y el bienestar.
“Tenemos una especie de café musical en el que tocamos un acordeón, cantan y al mismo tiempo, ejercitan su capacidad pulmonar y se ríen mucho”, dijo Valerie Anne Cantero, gerente de Tyholmen Volunteer Center.
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