Tailandia.

Máscaras, disfraces, pinturas y gestos precisos son los elementos que dan el ritmo al Khon. Se trata de la danza dramática más tradicional de Tailandia que revive los periplos del héroe. Aunque sus orígenes son una incógnita, el Khon se popularizó en el siglo XV gracias a su habilidad para combinar diversas expresiones artísticas, como la danza, el dramatismo, la pintura y la caricatura.

Los bailarines personifican a través de colores las historias de amor, los peligrosos viajes marítimos, los desafortunados encuentros con demonios y, como no podía ser de otra forma, el triunfo del bien contra el mal.

Para el decano de la Facultad de Bellas Artes y Artes Aplicadas de la Universidad de Thammasat, Anucha Thirakanont, el Khon es el arte teatral más importante del país y una fuente de arte tradicional.

Desde 2018, el Khon forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, lo que lo convierte en la principal arte escénica tailandesa en la prestigiosa lista, gracias a su carácter como cultura viva transmitida de generación en generación.

Para convertirse en un artista profesional, miles de niños empiezan a entrenar los complejos a los 13 de años de edad, con esperanza de dar el salto al baile profesional seis o siete años después. Si finalmente conquistan un  en los escenarios, deberán interpretar el mismo papel de por vida.