Paraguay.

Hacer pan casero lleva tiempo y paciencia. Una rutina diaria en este restaurante de Asunción llamado “Óga” que significa “casa” en guaraní. Todo aquí es artesanal, se procura usar alimentos orgánicos y sin agroquímicos, explicó el dueño Beto Giubi.

Tenemos que tener ese compromiso casi moral de buscar la forma más saludable, más sana de hacerle comer bien a la gente”.

Junto con su socia Romina, Beto sirve comida tradicional paraguaya con un giro sofisticado y se opone al nuevo tipo transgénico HB4.

“Creo que el gobierno debería tomarse más en serio, el trabajo de control de todo tipo de alimentos que se liberen para el consumo humano en nuestro país”, expresó Beto.

“Pan sin veneno”

Beto y Romina se han unido a la campaña “Pan sin veneno” que protestó delante del Ministerio de Agricultura de Paraguay contra la aprobación del cultivo de trigo transgénico HB4, decidida en mayo pasado. Bajo ese lema se reúnen gastronómicos, panaderos y pizzeros de Paraguay junto a pueblos indígenas y agricultores.

Tampoco quieren trabajar con trigo transgénico en esta panadería, “La Palmera” una de las más antiguas de Paraguay con 94 años de existencia. La campaña “Pan sin veneno» denuncia que la aprobación no fue comunicada oficialmente hasta ahora, y advierte que el trigo transgénico implica el uso de agroquímicos dañinos para la naturaleza.

“Y de última lo que buscamos nosotros más que un pan sin veneno, realmente buscamos un pan que nos cure y que no nos enferme”, aseguró Ignacio Fontclara de la panadería “La Palmera”.

Opiniones divididas

Por su parte el gobierno paraguayo defiende la decisión y asegura que el riesgo está en el uso, así lo explica José Jiménez, ingeniero agrónomo y funcionario de la Dirección Gubernamental de Bioseguridad Agrícola.

“Los beneficios son varios, los beneficios son potenciales. Depende del uso que se le dé a esa tecnología, en la agricultura depende también mucho de los factores ambientales, depende mucho del año, hay años en que el clima es totalmente diferente. Hay un peligro al usar esos productos, pero uno no tiene que quedarse en el peligro uno tiene que ir al riesgo, a caracterizar si es riesgoso, es menos riesgoso, usar de esta forma es menos riesgoso o si es más riesgos”, detalló Jiménez.

Desde el Centro de Investigaciones paraguayo base apoyan la campaña “Pan sin veneno”. Aclaran que el riesgo del transgénico radica en la gran cantidad de herbicidas que conlleva su uso.

“El trigo transgénico liberado en el país tiene dos características principales: una, que es supuestamente resistente a la sequía; y la otra, que es resistente a un herbicida altamente peligroso que se llama glufosinato de amonio”, explicó Lis García del Centro de Investigaciones de Paraguay.

Un trigo con el que se harán harina y pan cultivados con pesticidas como el glufosinato de amonio que está prohibido en la Unión Europea.