Venezuela.

Cientos de voluntarios participaron este viernes en una jornada de corte de cabello organizada en Caracas por el Proyecto Sirena, una iniciativa que plantea crear artilugios a base de pelo para limpiar los residuos de petróleo que contaminan el Lago de Maracaibo, el más grande de Venezuela.

La coordinadora del proyecto en Caracas, Dannalice Anza, dijo a EFE sentirse sorprendida ante la «extraordinaria» asistencia de personas a la actividad, llevada a cabo en la Universidad Central (UCV), la principal del país, convertida en un «centro de recolección permanente».

En el espacio había varios puntos con barberos y estilistas que, portando los uniformes de las peluquerías que representan, atendían por turnos a los voluntarios que hacían fila, quienes indicaban a los profesionales el tipo de corte que deseaban. Además, había un puesto para perros.

La también coordinadora del movimiento ecologista de esta universidad aseguró que hay «muchos jóvenes preocupados» por la «crisis ambiental que aquí existe», lo que los impulsó a crear esta iniciativa que busca retirar los hidrocarburos del estuario, contaminado también por la confluencia de desechos y la proliferación de una bacteria llamada verdín.

«Varios estados del país están en una recolección con peluquerías que se están integrando a la red. Estamos en la etapa de recolección solamente, luego esto será enviado a Maracaibo (en el noroeste de la nación), donde están otros compañeros que elaboran estos dispositivos», señaló.

La abogada Mónica Flores, de 53 años, dijo a EFE que acudió a la jornada para formar parte de esta solución al «problema del lago», luego de haber visto un vídeo sobre el proyecto, que le pareció «bastante interesante». «Vine para donar al Proyecto Sirena y también para aprovechar de cortarme el cabello», expresó.

La campaña de recolección de pelo empezó formalmente el 29 de agosto y ha generado una avalancha de voluntarios que se han sumado, incluyendo las peluquerías, como centros de acopio o promoviendo la colecta en redes sociales.

El plan consiste en rellenar con pelo tubos de cuatro metros de largo recubiertos con una malla biodegradable, para lo que se necesitan cuatro kilos de cabello por dispositivo, que es el promedio que genera una peluquería en unas cinco semanas. Según el Proyecto Sirena, un kilogramo de cabello puede absorber entre 5 y 8 kilos de material oleoso.