Alemania.

Los países industrializados han comprometido hoy 9.300 millones de dólares (8.900 millones de euros) para apoyar a los estados en vías de desarrollo en la lucha contra el cambio climático, en una conferencia de donantes celebrada este jueves en Bonn (oeste de Alemania).

Con estos recursos se financiarán entre 2024 y 2027 proyectos que sirvan para impulsar la transición energética en países en vías de desarrollo y a adaptarse mejor a las consecuencias del cambio climático, informó el Ministerio de Medio Ambiente alemán, organizador de la conferencia.

Un total de 25 países comprometieron recursos para el Fondo Verde del Clima (GCF), mientras que otros cinco anunciaron que lo harán dentro de poco, según un comunicado del Ministerio, que señaló que por ello el importe total podría ser todavía mayor.

«La conferencia de Bonn envía un signo de solidaridad: en la lucha contra el cambio climático el mundo está unido», declaró la ministra de Medio Ambiente alemana, la verde Svenja Schulze.

Unas tres cuartas partes de los aproximadamente cuarenta estados participantes han incrementado su contribución con respecto a la última conferencia de 2019, entre ellos Alemania (que ha pasado de 1.500 a 2.000 millones de euros), Francia y Dinamarca, según señaló la nota.

En un mensaje pregrabado transmitido al principio de la conferencia, el canciller alemán, Olaf Scholz, manifestó la esperanza de que este año sea finalmente posible cumplir el objetivo de recaudar 100.000 millones de dólares para que los países más desaventajados puedan luchar contra el cambio climático, cantidad que en un principio estaba prevista para 2020.

Varias organizaciones de la sociedad civil criticaron, por otro lado, que los fondos comprometidos este jueves por las naciones industrializadas son insuficientes en vista de la escala del impacto del cambio climático y denunciaron que grandes contaminadores como Estados Unidos no han aportado nada.

El Fondo Climático Verde surgió en 2010 y ha recibido donaciones por una cincuentena de países en 2014 y 2019, acumulando hasta entonces un total de 19.000 millones de dólares.

Se trata de uno de los mayores fondos para el clima a nivel global y financia medidas como el impulso de las energías renovables y la adaptación al cambio climático.