La Habana, Cuba.

El Festival de Medio Otoño se celebró en Cuba con una serie de actividades organizadas por el Instituto Confucio de La Habana, en el corazón del barrio chino de la capital cubana.

Los 14 profesores chinos de la institución y varios alumnos se unieron a un grupo de descendientes para celebrar la festividad, en una de las calles de la zona donde está enclavado el Instituto Confucio de La Habana.

Varias mesas ubicadas al aire libre fueron escenario de demostraciones de artes manuales chinas como caligrafía y papel recortado, así como trabajo con hilos y nudos.

Hubo también una exhibición de trajes y máscaras tradicionales del país asiático, así como de medicina tradicional y del juego de Mahjong, lo que llamó la atención de los neófitos en este juego de mesa de origen chino.

Las demostraciones resultaron atractivas para muchos como las jóvenes Ivis Vaillant y Lahys Cordero, dos veinteañeras que estudian chino básico en el Instituto Confucio y que comienzan a tener un contacto más profundo con la cultura china.

«Las dos sentimos una tremenda atracción por las culturas asiáticas y ahora empezamos a acercarnos a las tradiciones chinas», dijo Vaillant a Xinhua.

A su vez, Cordero se refirió al descubrimiento personal de «una cultura que es lejana, pero que ha dejado una huella en Cuba».

Una visión un poco más profunda la ofreció a Xinhua el joven Alberto Blanco, conocido como Xiao Bai o «Pequeño Blanco», quien a sus 23 años se ubicó entre los cinco primeros ganadores de la más reciente edición del concurso internacional Puente Chino.

«Las sociedades están más interconectadas y en especial la china con la cubana, porque fuimos el primer país occidental en establecer relaciones diplomáticas con Beijing», afirmó Blanco, quien agregó que si bien el Festival de Medio Otoño «no es una tradición cubana, cada día tiene más arraigo en nuestra sociedad».

Apuntó en ese sentido que esa aceptación se apreció en la buena convocatoria que tuvieron las actividades organizadas por el Instituto Confucio.

«Esta es la segunda festividad más importante para los chinos y tiene una significación de unidad de la familia, un concepto que también dominamos en Latinoamérica y que no nos es ajeno», agregó el joven estudiante del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana.

Al ubicarse entre los cinco primeros concursantes, Blanco obtuvo el derecho a optar por una beca de maestría en una universidad china de su elección.

Explicó al respecto el proceso competitivo de Puente Chino y exhortó a los estudiantes a esforzarse para representar a Cuba con éxito.

El director chino del Instituto Confucio, Ding Ting, entregó un reconocimiento al joven cubano, quien espera aprovechar la oportunidad para estudiar economía o administración de empresas en uno de los centros chinos.

En tanto, la profesora Huang Can interpretó canciones chinas con una pipa, instrumento tradicional de cuerdas pulsadas.

La también docente, Guo Ruixi, realizó por su parte una demostración de la ceremonia del té, mientras los presentes degustaban el tradicional dulce «pastel de luna».

El Festival de Medio Otoño se ha convertido en un festejo sistemático del Instituto Confucio, lo que ayudó a consolidar el carácter anual de la celebración, que antes quedaba circunscrita a las familias de los chinos residentes o de sus descendientes.

La festividad, que marca el fin de la cosecha otoñal, se realiza el día 15 del octavo mes del calendario lunar chino, fecha que este año correspondió al 29 de septiembre.