Colombia.

Esta obra de más de 70 años vuelve a escena para hacer una interpretación musical y sensorial de Lorca. El uso del flamenco, el sonido de las campanas, el cambio de los colores y los vestidos sobre la casa de paredes blancas logran presentar la España profunda que está arraigada a su cultura y tradición.

“Siempre Bernarda Alba se muestra como el luto, la religión, todo como muy concreto. Y justamente lo que nosotros queríamos era fluir. Entonces traemos el flamenco como un lenguaje, como el carácter, el tono de la actuación, para darle un nuevo aire a todas las palabras y darle un sentimiento distinto a la manera en cómo se desarrolla el conflicto en las actrices. No importa si es Pepe el Romano u otro hombre, un hombre es un hombre. Lo importante es que ellas quieren vivir y ser libres a toda costa”, expresó Santiago Lugo, director de la obra.

En esta ocasión las actrices de Martirio, Angustias y Adela, las hijas de Bernarda Alba, construyeron sus propios personajes a partir de un diálogo conjunto sobre los significados de la feminidad en una época turbulenta y la lucha de liberación femenina contemporánea.

“Sí, ese es un tema recurrente en Federico que logra transmitir qué es lo que les pasa a las mujeres de ese tiempo. Pero no solamente esas mujeres del tiempo, sino pues al parecer a todas, pues es una, es un problema que sigue persistiendo, aunque digamos que no, sin embargo, aquí yo hago énfasis no en el problema de las mujeres, sino en el universo femenino. Entonces, a mí me interesa mostrar, pues, cómo bordan, cómo se relacionan entre hermanas, cómo son sus pasiones desbordadas, no solamente con referencia a un hombre, sino entre ellas”, agregó Lugo.

A partir de la mirada de Santiago Lugo, la obra se presenta en Teatro de Garaje, una apuesta al teatro independiente e innovador en Bogotá que intenta mostrar talentos emergentes de diferentes directores y actores de profesión.

Por: Directo Bogotá.