República Dominicana.
Esta bebé de dos años pasó sus primeros días de vida en un centro de detención. Su madre Lucille, haitiana, tenía varios años viviendo en Santo Domingo, pero la apresaron cuando acudió a dar a luz. A las pocas semanas volvió a ingresar desde Haití, azotada por la extrema violencia y pobreza.
“Cuando entramos a la consulta médica, inmediatamente llamaron a migración para llevarnos. Estuvieron recorriendo varios hospitales para apresar a otras mujeres embarazadas y luego nos llevaron al centro de detenciones. Como al mediodía me llevaron a otro hospital para hacerme una cesárea”, contó Lucille.
Esta joven tiene 8 meses de embarazo y fue repatriada el pasado 20 de julio tras arrestarla a las puertas de la clínica donde tenía cita médica. Una semana después entró de nuevo a República Dominicana y ahora tiene miedo de salir a la calle y acudir a sus revisiones.
“Pasamos el día entero encerradas, incluso llevaron a bebés de tres días de nacidos. Entraban al hospital y le quitaban el suero del brazo a los bebés, había muchos niños sufriendo y mujeres que daban a luz en el mismo suelo. Ni siquiera nos dieron agua, no podíamos bañarnos ni asearnos. Pasamos muchas dificultades adentro”, contó otra de las mujeres afectadas.
El ex consul haitiano en el país Edwin Paraison, denunció un reciente aumento de las detenciones con fines de expulsión de mujeres embarazadas, parturientas o en lactancia, así como de menores no acompañados.
“Los organismos competentes de la comunidad internacional habían llamado la atención sobre los primeros casos que hemos tenido, hace unos dos o tres años atrás y ha sido sorprendente que hemos vuelto a una situación que fue denunciada”, expresó.
Mil deportaciones al día
A menudo, personal sin la capacitación adecuada realiza las detenciones, así lo señala el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Josué Gastelbondo, que también confirmó la detención de mujeres en las entradas de los hospitales y la repatriación de menores no acompañados.
“Lo que se ha hecho para poder incrementar por parte del gobierno el número de deportaciones, es autorizar a otras instituciones de seguridad, entre ellos la policía, a que haga detenciones. Esto es un tema muy reciente de hace pocos meses, y eso ha hecho el gran salto, digamos, de estar en cerca de mil deportaciones al día de lunes a viernes”, explicó Gastelbondo.
La policía intensificó los retenes en los accesos, Cirana Dolis pasa su vida en estos arrabales de antiguos esclavos de la caña de azúcar, donde ahora la mayoría son de origen haitiano. “MUDHA” Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas, apoya a estas comunidades donde el acecho de los controles migratorios agudiza la histórica marginación.
“Por miedo a que seas aplastada por migración, arrestada y deportada aceite esa es la situación que estamos viviendo en la comunidad. No pueden salir a trabajar, no pueden ir al médico. Entonces, ¿qué hacen las mujeres? Optan por dar a luz en su casa independientemente del riesgo que puedas correr”, apuntó. Consecuencias de una política migratoria sin miramientos.
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