Francia.

El ataúd en madera de cedro en el que reposó durante casi tres milenios el faraón Ramsés II ha viajado excepcionalmente desde El Cairo a París para formar parte de una muestra en torno a su figura.

Ramsés segundo fue el faraón que más tiempo reinó: lo hizo durante 66 años. Fue también el más respetado y adulado del antiguo Egipto por sus conquistas y por las construcciones que dejó.

Su legado está patente en la exposición ‘Ramsés y el oro de los faraones’, que se ha organizado en la gran nave de la Villette. La muestra contará con 180 objetos relacionados con el monarca, el más emblemático y valioso de ellos es su ataúd.

El féretro es incluso más antiguo que el propio Ramsés II, según explica la egiptóloga francesa Bénédicte Lhoyer.

“Es más antiguo que él, pero fue utilizado para poder salvaguardar a Ramsés porque su tumba fue saqueada en el Valle de los Reyes. Su ataúd debió romperse, demolido enteramente, hecho pedazos. Y este sarcófago, este ataúd, que estaba disponible fue recuperado”, destacó Bénédicte Lhoye.

Por eso el rostro esculpido en el ataúd no corresponde al de Ramsés Segundo, sino probablemente a alguno de los soberanos de la dinastía anterior, la décimo octava.

“Se parece un poco a Tutankamón, con sus ojos grandes, su nariz un poco recta y esa boca tan adornada. La cara Ramés es un poco más regordeta, una nariz bien arqueada y una pequeña boca que sonríe”, dijo Bénédicte Lhoyer.

La muestra estará abierta al público del 7 de abril al 6 de septiembre.