Quito, Ecuador.
Convertir a la ciencia y la cultura en un patrimonio para todas las personas en el mundo parece ser también un antídoto en tiempos en los que las historias de ovnis y otro tipo de «conspiraciones» pululan junto con las guerras y las crisis.
Esa es la idea con la que el científico mexicano Antonio Lazcano resumió la discusión sobre los posibles avistamientos de ovnis revelados por militares estadounidenses, quienes han asegurado que el Gobierno de Washington tendría pruebas de ello.
Sin querer restar credibilidad a esos relatos, Lazcano, que participa esta semana en Quito en un simposio sobre los orígenes de la vida, fue enfático al señalar que la ciencia no ha podido aún corroborar esas teorías.
El biólogo mexicano recordó que ese tipo de relatos sobre ovnis suelen surgir en tiempos en los que las guerras y las crisis requieren de válvulas de escape para justificarse.
Quienes a veces no cambian son aquellos que «viven obsesionados por hacer prevalecer alguna inconsistencia en contra del raciocinio», añadió Lazcano, al asegurar que la Unión Astronómica Internacional, que agrupa a los astrónomos y laboratorios más importantes del planeta, no ha reportado eventos extraños que tengan alguna relación con esas historias.
A veces, incluso, este tipo de relatos surgen por la desconfianza entre las potencias mundiales, agregó tras recordar el boom de los ovnis durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, así como en otros periodos históricos.
Por eso, a Lazcano no le sorprendió que en un país como Estados Unidos, con unos 330 millones de habitantes, sólo unos cuatro juren con firmeza sobre avistamientos de objetos extraños.
La existencia humana en la actualidad está sometida a difíciles problemas y retos económicos, sociales, políticos o ecológicos y eso «produce temor a muchos», dijo Lazcano, lo que se alimenta con el hecho de que, pese a toda la evidencia científica, por ejemplo, «hay gente que aún hoy objeta la teoría de la evolución».
A veces surgen «ideas absurdas» para justificar situaciones en lugar de buscar soluciones científicas, agregó el científico mexicano, reconocido por sus estudios sobre la abiogénesis (origen de la vida a partir de su no existencia).
Por ello, dijo que es ineludible «hacer de la ciencia un patrimonio de todos» y llegar a plantear verdades y soluciones desde la óptica científica
También «hay que hacer de la cultura un patrimonio común», insistió al reiterar que el mejor antídoto ante la especulación es la difusión de la cultura.
«El tema común de la ciencia contemporánea es (sigue siendo) la evolución«, que también es el «punto central» para intentar entender el universo, apuntó Lazcano al precisar sobre los objetivos del encuentro científico en la capital ecuatoriana.
El simposio denominado «Origins 2023» concluirá el jueves en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y es organizado por la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida y la Comisión de Astrobiología de la Unión Astronómica Internacional.
La cita busca el intercambio de estudios y de experiencias que permitan avanzar en la compresión de la vida temprana en la Tierra, así como la posibilidad de existencia en otros mundos del sistema solar o en exoplanetas.
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