Brasil.

Rodeada de apuntes y libros de alemán, Mayara de Oliveira sueña con ejercer la enfermería, una carrera para la que estudió cinco años y todavía no pudo practicar en Brasil. Mayara tiene 33 años y en 2021 se postuló y fue aceptada en una búsqueda de enfermeros lanzada por la Agencia Federal de Empleo de Alemania.

“Cambiar de país no es fácil, nunca salí de mi país, pero esas ganas de empezar una vida en el exterior, donde principalmente tienes calidad de vida, da realmente ganas de hacerlo”, dijo Mayara.

Las malas condiciones laborales para su profesión en Brasil, la llevaron a trabajar en una tienda de neumáticos y como cuidadora de ancianos. A finales de año espera emigrar a Europa donde espera vencer los obstáculos y ejercer como enfermera con un salario más de dos veces superior.

“Aunque existe la posibilidad de hacer pasantías a partir del tercero o cuarto trimestre de la carrera de enfermería, los salarios son muy bajos. Es imposible dejar tu trabajo y aventurarte teniendo cuentas para pagar”.

Los bajos salarios dificultan la inserción en el mercado, además los exigentes horarios laborales son una de las principales quejas de los profesionales de la salud. El sector emplea cerca de 3 millones en Brasil, que cuenta con uno de los mayores sistemas públicos de salud del mundo.

Migran en busca de mejores condiciones de vida

“La mayoría de quienes eligen ejercer la profesión en otro país y, específicamente, en el caso de Alemania, obviamente buscan mejores condiciones de vida. Calidad de vida y remuneraciones más cercanas a las que desean”, dijo Alberto Cabral, asesor del consejo federal de enfermería de Brasil.

El experto aseguró que el interés cada vez mayor de profesionales por emigrar a Alemania, que enfrenta una escasez de mano de obra calificada, por ahora está lejos de significar un desafío para el sistema de salud local.

“No se producirá una falta de profesionales aquí en Brasil por el hecho de que algunos vayan a emigrar. En el caso específico de Alemania, el número es insignificante en relación con la cantidad que tenemos en Brasil”, aseguró Cabral.

Oliveira estudia alemán seis días por semana con clases en doble turno y la ayuda de una beca de 500 euros, preparándose para rendir un examen de nivel en agosto. Será la última barrera antes de empezar a preparar sus valijas para viajar a Alemania, un país que le entusiasma por sus espacios verdes.

“Es una realización tanto personal como profesional que puedas ejercer tu profesión en otro país sabiendo que vas a poder trabajar con lo que te gusta y muy bien remunerada. Ese es uno de los puntos cruciales para pensar que podemos emigrar y comenzar una vida”, expresó Mayara.