Colombia.

El palosanto, el vetiver y la flor de ajo son la esencia del legado de Ana Melania Pechené, originaria del corregimiento de Tunia, en el departamento del Cauca, quien empezó con un puesto de hierbas en la avenida 19 y poco a poco se integró a la hoy conocida Plaza Samper Mendoza.

“El negocio familiar, el que empezó fue uno de mis tíos. Él venía desde el Cauca hasta acá a Bogotá, pero él solo venía dos días a la semana o tres días a la semana. Los productos eran traídos desde el Valle del Cauca y del Cauca”; dijo su hijo, Óscar Bravo Pechené.

Su familia, amigos y fieles clientes la recuerdan por el amor, la creencia y el poder de sanación de las plantas. “Fue una de las pioneras de que esta plaza se hiciera, de que se mantuviera en medio de todo, ella hacía que las cosas marcharan bien”, relató su hija, Claudia Giraldo Pechené.

“Me abrió la ventana para tener este cúmulo de conocimiento, de sabiduría, de tradición oral, de memoria, de la importancia del campesino en la ciudad. El escenario que debemos cuidar y cultivar y conservar de una manera muy respetuosa”, acentuó John Bernal, fotógrafo.

Para ambos de sus hijos, esta plaza representa gran parte de su infancia y adolescencia, pero no solo de la vida, sino del trabajo al lado de su madre. Transmitió el conocimiento a las plantas: para qué servía lo que ella trabajaba y cómo se usaban.

“Se lo merece. Ese imputo que ella tenía para hacer las cosas con tanto cariño y amor. Todo lo que le dedicó, el tiempo que le dedicó a esta plaza, le dedicó toda su vida. Todo lo que ella era. Y logró muchas cosas grandes. El estudio de nosotros, lo que somos hoy en día, las personas que somos hoy en día gracias al esfuerzo y al sacrificio de ella, al amor que le dio a todo esto”, manifestó su hija Claudia.

Ana Melania Pechené estará siempre enmarcada en la esencia de esta plaza, en donde su recuerdo y legado será marcado por el palosanto, el vetiver y la flor de ajo, que no solo la caracterizaban a ella, sino a toda su familia.

Por: Directo Bogotá.