Bélgica.
El hidrógeno ha pasado a primer plano como un recurso clave del sector del transporte para cumplir con los objetivos de transición ecológica marcados por la Unión Europea. Pero desarrollarlo a la velocidad necesaria podría resultar difícil.
En el puerto de Amberes, en Bélgica, esta estación de hidrógeno es una de las menos de mil que hay repartidas por el mundo. Los coches llegan hasta aquí y cargan hidrógeno, que luego alimenta el vehículo usando electricidad.
La Comisión Europea quiere expandir este sistema, incrementando las infraestructuras de repostaje en todo el continente. Pero con tan pocas instalaciones en marcha, ¿sería esta realmente una solución viable para conseguir los objetivos de emisiones de CO2 del transporte de la UE?
“Es parte de la solución. Necesitamos sobre todo invertir de forma masiva en renovables como la energía solar y el viento. Pero el problema es que cuando tienes energía solar, cuando tienes energía eólica, normalmente no tienes al consumidor de esa energía. El hidrógeno constituye una forma perfecta de almacenar energía. Cuando no lo usas, lo almacenas. El hidrógeno sin duda formará parte del futuro de los combustibles. No decimos que lo hará todo, pero creemos que la mayoría de los equipos pesados, como el transporte, funcionarán con hidrógeno en el futuro”, aseguró Roy Camp, director de tecnología de CMB.TECH.
El hidrógeno renovable como el de esta estación del puerto de Amberes se crea mediante electrólisis, empleando electricidad verde para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Luego se guarda hasta que se necesite.
Bruselas también quiere recurrir al hidrógeno para reducir las emisiones en otros sectores, entre ellos el de la fabricación de productos químicos como fertilizantes y plásticos. Pero para este otro experto y exfuncionario de la Comisión Europea, producir hidrógeno a través de la electrólisis es sencillamente imposible a tan gran escala.
“Producir hidrógeno mediante electrólisis es muy complicado y consume mucha energía. Esa es la gran diferencia. Sí, hemos visto a nuestro profesor hacerlo en clase, por lo que creemos que es una solución. No, no lo es. Producir electrólisis del agua de forma industrial es muy complicado. Es por lo que no ha existido. Nadie lo está haciendo”, detalló Samuel Furfari, profesor de Ingeniería Química de la Universidad Libre de Bruselas y exfuncionario de la Comisión Europea.
La mayor parte del hidrógeno se produce por medios considerados sucios, como el gas natural, lo que genera una gran cantidad de emisiones de CO2. Por ello la Comisión aspira a hacer una transición hacia el hidrógeno producido con energía verde.
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