Uno de los rasgos más característicos de las hormigas es su incansable actividad. Sin embargo, un grupo de científicos australianos ha encontrado por primera vez en la Isla Canguro (Australia) a una especie concreta de hormigas que también son expertas en “hacerse las muertas”.
Los investigadores observaron este comportamiento mientras inspeccionaban cajas nido de zarigüeyas pigmeas y murciélagos en la Isla Canguro, la tercera más grande de Australia. En concreto, se toparon casualmente con una colonia de hormigas (Polyrhachis femorata) aparentemente muertas, hasta que una se movió.
Los expertos creen que esa conducta probablemente se deba a una estrategia defensiva de estos invertebrados con la finalidad de evitar posibles peligros. Se trata, por tanto, de la primera vez que se tiene constancia de una colonia entera de hormigas finge la muerte. Además, según los investigadores es el primer registro de esta especie concreta en Australia Meridional. El hallazgo ha sido publicado por la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO).
Sophie Petit, investigadora de la Universidad de Australia Meridional, explica: “El mimetismo era perfecto. Cuando abrimos la caja, parecía que todas las hormigas estaban muertas, pero una de ellas se movió ligeramente”.
Este patrón se repetía en todas las demás, algo que sorprendió al equipo de expertos. “Este tipo de inmovilidad defensiva solo se conoce entre algunas especies de hormigas —en individuos o ejemplares concretos—, pero hasta ahora no teníamos conocimientos de colonias enteras que hayan adoptado estas pautas”, remarca.
No obstante, hay una conducta en estos invertebrados que ha intrigado aún más a los investigadores: mientras que algunos ejemplares de Polyrhachis femorata se tomaron un tiempo antes de inmovilizarse, otros no detenían su marcha. “Los motivos que desencadenan este comportamiento son difíciles de entender”, en palabras de Petit.
Asimismo, la investigadora afirma que las cajas nido que ocuparon estos insectos ofrecen la oportunidad de estudiar cómo se comportan las hormigas que fingen su muerte. Además, este tipo de seres vivos despierta gran interés entre los ecólogos del comportamiento que investigan numerosas especies animales.
Recuperar la vida salvaje
El hallazgo tuvo lugar durante la realización del Kangaroo Island Nest Box Project, un proyecto donde se han supervisado 901 cavidades de cajas nido en 13 territorios distintos. Este trabajo forma parte de los esfuerzos de recuperación de la vida salvaje tras los devastadores incendios forestales que se produjeron en el país en 2020.
Además de los animales en los que han centrado su investigación, los expertos aseguran que también han aprendido mucho sobre los invertebrados. De hecho, el coinvestigador de la Estación de Investigación de la Isla Canguro, Peter Hammond, reconoce que solía llamar al proyecto, “amigos de los invertebrados”, habida cuenta de que estos insectos eran casi siempre los únicos ocupantes de las cajas nido de murciélagos y zarigüeyas pigmeas.
“La mayoría de nuestras cajas nido se encuentran en terrenos quemados, aunque también tenemos algunas a modo de control en propiedades que no fueron alcanzadas por el fuego, por lo que nuestro objetivo es determinar su valor para la recuperación tras un incendio forestal”, añade.
En este sentido, los expertos resaltan que la especie se ha visto muy afectada tras los incendios forestales. En palabras de los investigadores, “esta especie de hormigas está muy asociada a un árbol nativo de este lugar de Australia Meridional, concretamente Eucalyptus cneorifolia, el mallee de hojas angostas de la Isla Canguro que se encuentra en peligro crítico de extinción. Sin embargo, también tenemos registros de otros dos lugares situados más al oeste, lo que indica que las hormigas utilizarán otros hábitats”, remarcan.
Con todo, el experto afirma que aún queda mucho por descubrir de esta especie, que tiende a ser bastante tímida, pero poco más se sabe sobre su ecología o comportamiento.
“Tenemos un mundo relativamente desconocido de hormigas bajo nuestros pies y en los árboles. Estos insectos proporcionan servicios ecosistémicos cruciales y son una parte vital de los ecosistemas funcionales de la isla Canguro y de otros lugares. Es muy emocionante que una especie tan entrañable como esta viva en la Isla Canguro y estamos deseando saber más sobre su ecología. No nos cabe duda de que en Australia se descubrirán otras hormigas con comportamientos similares ante la muerte”, concluye.
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