Argentina.

Los vinos más tradicionales de Argentina, los de Mendoza salen del clima seco y cálido de la región de Los Andes. Pero a seis kilómetros de la orilla del Atlántico, en los campos del Chapadmalal, el mayor grupo bodeguero de Argentina elabora variedades de vino blanco tradicionales de Europa como Pinot noir, Riesling, Chardonnay, Sauvignon Blanc o Albariño.

Se requiere cubrir el mercado interno y también exportar el 50% de la producción a Reino Unido, Canadá y países nórdicos. “Venir a la provincia de Buenos Aires y voy a hacer vinos que no necesiten riego, que estén cerca del mar, que en Mendoza no los pueda encontrar. El vino tinto y el rosado y estamos diciendo ‘che, acá se puede hacer vino blanco de una gastronomía local’. Está muy sectorizado en lo que son mariscos y peces que van a acompañar estos vinos blancos”; comentó un viticultor.

Entre las décadas de los 30 y los 90 del siglo pasado, rigió en Argentina una norma que restringía la actividad vitivinícola a unas cinco provincias, pero ahora se ha extendido a 19 de las 23, incluida la de Buenos Aires. Así es que miles de turistas argentinos que en el verano austral llegan a las playas de Mar de Plata, pasan un día por la bodega Costa y Pampa de Chapadmalal.

“Se encuentra con una opción más que sale de lo tradicional, que justamente es la playa, el teatro. Nosotros tenemos mucha oferta en la temporada que tiene que ver con eso y suma mucho el hecho de que la actividad es al aire libre, pero sale de lo tradicional. Así que el turismo se sumó increíble. Se sorprendió mucho de encontrar una bodega en Mar del Plata”, dijo una viticultora.

En la provincia de Buenos Aires, de igual tamaño que Italia, ya hay nueve bodegas produciendo y recibiendo visitantes a una hora de la capital en el municipio de Campana, la Bodega Gamboa, del empresario local Eduardo Tuite, comenzó a elaborar el año pasado Pinot Noir, Cabernet y Malbec, el más famoso varietal del vino argentino.

“No había un proyecto turístico vitivinícola tan cerca de Capital Federal como punto, como punto de referencia. Y eso fue lo que buscó, lo que soñó, lo pensó. Y en Buenos Aires, hace muchos años, había viñedos. Por eso también Gamboa es un lugar integral con un restaurante”, relató.

La Bodega recibe la visita de la subsecretaria de Turismo bonaerense, Soledad Martínez, que busca fomentar un circuito en lo gastronómico del que su provincia carecía hasta hace poco tiempo.

“En la Costa Atlántica son los destinos consagrados de la provincia Buenos Aires es la estrella, es el primer destino a nivel nacional de turismo interno. Así que la idea desde la provincia es trabajar junto a los municipios para diversificar la oferta turística y no quedarnos solo con la estacionalidad que tiene el verano y la costa atlántica, sino poder distribuir un turismo en toda la provincia y todo el año”, dijo Soledad Martínez.

Llega fin de año y es hora de brindar entonces con los vinos bonaerenses. La producción de vinos al lado del mar es algo habitual en Portugal, España, Francia, Italia o Grecia. Pero acá, a sólo seis kilómetros del Mar Argentino, estos viñedos son todavía una novedad.