Dubái.
Rami Yasin es cineasta y fundador de Breakout Films, en Dubái. Tuvo su primer contacto con el ‘séptimo arte’ gracias a su padre, que trabajaba en el mundo del cine y la televisión.
“Para mí, el mundo en mi mente siempre fue más interesante que el mundo exterior en el que vivía. Mi padre, que amaba el cine, me permitió conocer gran parte del cine clásico. Cuando lo vi me dije: puedes plasmar lo que tienes en la cabeza, ponerlo en una pantalla y que la gente lo vea. Estudié artes liberales, fui a la Academia de Cine de Nueva York y asistí a la Escuela de Cine de Vancouver. Un colega mío creó una productora aquí en Dubái, así que me trasladé a Dubai. Pasé entre ocho y nueve años dirigiendo y produciendo anuncios de televisión para la región. Durante ese tiempo hice la primera película de estudio norteamericana que se rodó en los Emiratos, que fue Syriana, y ocupé dos cargos en ella. Eso me hizo conocer la forma en que se hacen los filmes de estudio, que es una forma increíble de hacer películas. Pero no era para mí, no era aquello por lo que quería formar parte de esa industria. Tuve la oportunidad de producir una película emiratí llamada Sea Shadow, y fue una experiencia increíble. Me dije que este es el cine que quiero hacer, el cine independiente. Te sientes parte de la narración, parte del desarrollo creativo de la película”, dijo Yasin.
El director encontró su verdadera pasión en el cine independiente, que le permite participar más en la narración, y en el desarrollo creativo. “Ver una página en blanco sin nada y de repente construir un mundo lleno de personajes y acontecimientos y ver cómo se transforma en una historia completa y en un viaje es como tener un bebé. Y esa es solamente la primera etapa, porque normalmente en el cine independiente la financiación es baja. No tienes ni idea de lo que va a ocurrir a lo largo de la producción. A veces haces el trabajo de dos o tres personas, pero todo ese estrés combinado con la pasión y el amor por una casa increíble, al final resulta convincente y emotivo”, dijo Yasin.
He tenido la suerte de trabajar en varias películas que han participado en festivales When I Saw You estuvo en el TIFF y en la Berlinale. The Worthy estuvo en el Festival de Cine de Londres. Zinzana estuvo en el Fantastic Fest. Y luego mi primera aventura como guionista y director fue el cortometraje In Overtime, se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Venecia y luego se proyectó en Dubai, donde obtuvo el premio Mención del Jurado. El primer largometraje completo que escribí, produje, dirigí y en el que actué es Blood Line.
Fue una aventura comercial muy exitosa y después volví a producir. Me ofrecieron la oportunidad de unirme a Image Nation para trabajar en Watcher. La seleccionaron para su estreno mundial en el Festival de Sundance, lo cual es una hazaña increíble. Luego se vendió y se estrenó en los cines. Esa es otra experiencia diferente: asistir a la proyección de la película en una sala de cine donde la gente ha comprado entradas para verla, es un gran honor.
Por supuesto, mucha gente no te conoce y estás ahí caminando, sintiéndote orgulloso de ti mismo, cuando tienes esa gran sonrisa en la cara y nadie sabe por qué y piensa que quizá estés loco. Ese es probablemente un cineasta que acaba de salir de un cine, de ver una de las películas que realizó.
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