México.-
En México más de 3.9 millones de personas de más de 15 años continúan sin saber leer ni escribir. De ellos, un millón son indígenas que viven en comunidades rurales dispersas, alejadas y en condiciones de pobreza. Otro millón son adultos mayores de 65 años que difícilmente pueden ser convencidos de que vale pena alfabetizarse, reconoció el director general del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), Gerardo Molina Álvarez.
Pese a ello, México podría ser reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como un Estado libre de analfabetismo al estar a punto de bajar a una tasa de 4 por ciento, pues aseguró que actualmente se reporta 4.07 por ciento.
Sin embargo, reconoció que hay entidades que mantienen porcentajes de carencia de instrucción escolar de dos dígitos como Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Otras siete entidades (Veracruz, Puebla, estado de México, Hidalgo, Michoacán, Guanajuato y Jalisco) integran el grupo de 10 estados donde se concentra 70 por ciento de iletrados en México, y donde aseguró que este año se concentraron los esfuerzos educativos.
Pero el problema es mucho más complejo, apuntó Molina Álvarez, en otros estados del país con baja tasa de analfabetismo, incluso inferior al 4 por ciento, como Chihuahua, Nuevo Leon, Sonora, Sinaloa, Durango y Nayarit «se detecta que en determinas regiones, sobre todo en zonas alejadas, hay municipios que tienen tasas de 8 o 9 por ciento.«
Con respecto a la meta sexenal de sacar del rezago educativo a al menos 7 millones de mexicanos que no hayan concluido su primaria o secundaria, indicó que «habremos alcanzado la atención de 6.5 millones de personas que lo lograron».
No obstante, subrayó que uno de los factores que mantienen elevada la tasa de rezago, que de acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por la Secretaría de Educación Pública afecta a 31.9 por ciento de la población mayor de 15 años, lo que implicó una reducción de sólo 5.5 por ciento en los pasados 6 años, es la deserción.
«Mientras nosotros logramos atender anualmente entre 800 mil a 900 mil personas en educación básica, cada año entran al grupo entre 300 mil a 500 mil mexicanos mayores de 15 años que en algún momento desertaron de la escuela o no ingresaron a la educación básica», explicó.
A ello se suma, agregó, que para el 2021 el Estado deberá garantizar la educación media superior como un nivel obligatorio, por lo que «si sumamos a las personas mayores de 18 años que no hayan concluido su bachillerato en ese momento, la cifra del rezago académico se elevaría a más de 50 millones de connacionales, lo que implicaría casi duplicar la población objetivo atendida por el INEA», y abre la necesidad de incrementar los recursos del organismo federal.
Por: Coordinación de Prensa y Comunicaciones
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