Sirius, el acelerador de partículas para observar la materia

Italia.

Vea en directo cómo se crea un enlace químico, cómo los nutrientes pasan del suelo a las plantas, cómo un tumor se cuela en los tejidos o el movimiento de los electrones afecta a la materia. Hoy es posible, pero se necesitan haces de luz enfocados en diferentes longitudes de onda.

Luz de sincrotrón que solo puede ser generada por aceleradores de partículas grandes y complejos como Sirius, la primera, cuarta generación de América Latina, construida en Brasil en Campinas, cerca de Sao Paulo y ahora disponible para científicos de todo el mundo.

“Sirius es un acelerador de partículas diseñado en Brasil y financiado por el gobierno federal con quinientos millones de euros para construir una infraestructura, que permita ver la materia a nivel microscópico y resolver problemas científicos en los sectores de energía, nutrición, farmacia y de la agricultura. Una herramienta versátil que, al emitir diferentes tipos de luz, desde infrarrojos hasta rayos X, nos permite ver con detalle los componentes más pequeños de la materia”, dijo Harry Westfahl.

¿En qué se diferencia un acelerador de cuarta generación de los anteriores?

“Al pasar de una generación a otra, el haz de electrones que se genera es siempre menor. Hoy somos capaces de generar haces de electrones que nos permiten ver la materia cada vez con más detalle, con reducciones sucesivas de un factor de 10 de una generación a la siguiente, y somos capaces de generar haces de luz del orden de micras, milésimas de milímetro. La tecnología que principalmente nos permitió lograr este resultado se llama multibend achromat, y es una forma particular de disponer los imanes dentro del acelerador de partículas”, comentó Harry Westfahl.

La luz de sincrotrón es una ciencia separada, una interfaz entre la comprensión de los mecanismos de la materia y la comprensión de cómo intervenir para crear nuevos nanomateriales o procesos biocompatibles. La colaboración de Italia con Brasil en este campo es muy intensa, en varios sectores “Reutilización de materiales de desecho, aunque sean tóxicos, dándoles una nueva vida para nuevas aplicaciones.

Las mismas técnicas pueden ofrecer soluciones reales, incluso a problemas de salud en el campo de los tumores, tanto desde el punto de vista diagnóstico como terapéutico. Por último, pero no menos importante, el sector energético, donde hay dos grandes inversiones: una en nuevos materiales para la fotovoltaica y otra en el sector del hidrógeno”, concluyó una investigadora.

Por: RAI.