Johannesburgo, Sudáfrica. 

El mayor criadero de rinocerontes en el mundo, situado en Sudáfrica, será subastado en abril por su propietario que se ve desbordado por los sobrecostos de su proyecto tendiente a salvar la especie amenazada por la caza furtiva, anunció el dueño este lunes.

El empresario sudafricano, John Hume, de 81 años, abrió en 2009 este criadero en una propiedad de 8.500 hectáreas en el noroeste del país y en la actualidad cuenta con unos 2.000 rinocerontes blancos y emplea a unas cien personas.

El año pasado había prometido que cada año liberaría a un centenar de especímenes en la naturaleza.

Un placer muy costoso 

«La crianza de rinocerontes es un placer muy costoso», dijo el lunes a AFP.

Hume dijo que ocuparse de uno de esos animales hasta la edad de cuatro años puede costar 500.000 rands (26.000 euros). Además, señaló que los cría «desde hace 30 años sin obtener beneficios».

La organización que administra el proyecto, Platinum Rhino, explicó en un comunicado que busca «idealmente un comprador, persona o fundación, que tenga pasión por la conservación de los rinocerontes y los medios requeridos para seguir con la crianza».

Cuernos de rinocerontes en la mira

Sudáfrica alberga el 80% de la población mundial de rinocerontes.

El país se convirtió en un lugar central de la caza furtiva, impulsado por la demanda asiática, donde los cuernos del animal son utilizados en la medicina tradicional por los supuestos efectos terapéuticos o afrodisíacos.

En 2017, John Hume había organizado una controvertida venta en línea de cuernos de rinoceronte para recolectar fondos para financiar su conservación, provocando la indignación de los defensores del medio ambiente.

Los cuernos en venta surgían de operaciones de extracción del apéndice. Para evitar los ataques de cazadores furtivos, los enormes mamíferos eran anestesiados y su cuerno cortado por un veterinario. El procedimiento es indoloro y el cuerno vuelve a crecer después.

El cuerno de rinoceronte, compuesto de de keratina, vale 60.000 dólares el kilo en el mercado negro, o sea más que la cocaína.