Londres.

Un oasis de miles de plantas tropicales rebosa el invernadero Princesa de Gales del jardín botánico Kew Gardens, en el oeste de Londres, que este sábado inaugura su 27ª edición del Festival de la Orquídea haciendo hincapié en la rica biodiversidad de Camerún.

Esculturas hortícolas dan forma a jirafas, leones, gorilas e hipopótamos que, ornamentadas con más de cinco mil orquídeas de distintos colores, evocan el exuberante bosque de Ebo del litoral camerunés, que alberga numerosas especies de fauna y flora acechadas por la tala de árboles, la minería y las grandes plantaciones de palmeras de aceite.

El festival, abierto hasta el 5 de marzo, resalta también el cambio climático, que amenaza al 50 % de orquídeas silvestres de todo el mundo, una emergencia climática que en Camerún y en África subsahariana se acentúa todavía más, con el riesgo de acabar con casi tres cuartas partes de esa planta de flor.

Es la primera vez que el festival dedica su edición a un país africano y rinde homenaje también a su gente, como el guiño a sus equipos de fútbol nacionales conocidos como «los indomables leones y leonesas», que se encarnan en la figura central de la exposición, un gran león que ruge en medio de un estanque.

«Elegimos al león como escenario central porque Camerún está realmente orgulloso de su equipo de fútbol», contó a EFE Solène Dequiret, encargada del invernadero Princesa de Gales, quien destaca la «gran elección» por tratarse de animales «impresionantes y vistosos».

Solène empezó a idear la muestra hace ocho meses y, a lo largo de enero, reunió a un equipo de cien voluntarios y doce trabajadores para crear esta exposición, que alterna especies ya presentes todo el año en el jardín botánico y otras 6.200 nuevas, 3.200 de las cuales son orquídeas.

La muestra combina color y agua -aludiendo a las impresionantes Cascadas de Ekom Nkam de 80 metros de altura- e incorpora plantas acuáticas, como nenúfares, además de otras sorprendentes especies, desde plantas carnívoras nepenthes -conocidas como «plantas jarra» o «copas de mono»- hasta la peculiar flor colgante roja y amarilla de la «planta de loro» o «cacatúa de Congo».

La relación entre Kew Gardens y Camerún es estrecha debido a que el jardín botánico lleva trabajando en el país africano desde hace más de 160 años. Actualmente, sus científicos colaboran con el Herbario Nacional del Camerún y la Universidad de Yaundé.

En las últimas dos décadas han concentrado esfuerzos en la documentación de la biodiversidad camerunesa, contribuyendo a actualizar continuamente el registro de especies identificadas: 409 mamíferos, 183 reptiles, 849 aves, 190 anfibios y más de 9.000 especies de plantas (450 de las cuales son orquídeas).