Temprano por la mañana estudiantes de 8ºD de la Escuela de 136 Padre Patricio Cariola se alistaron para salir en dirección al primer santuario de la naturaleza que tiene Antofagasta en su radio urbano. A los pocos minutos, las y los estudiantes emprendieron hacia el Humedal La Chimba, ubicado en el sector norte de la ciudad, para aprender sobre la biodiversidad que existe en este punto de la costa local.

Su visita se enmarca en un proyecto impulsado por la Dirección de Vinculación con el Medio y Extensión, junto a la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos de la Universidad de Antofagasta, denominado Programa Escolar de Educación Ambiental Seca. Visitas guiadas a los Humedales de Antofagasta.

“Este es un humedal urbano. ¿Qué quiere decir urbano? Que está inserto en la ciudad, por lo tanto le pertenece a la ciudad y nuestro rol como universidad o nuestro aporte pequeño es mostrárselo, guiar a la población, sobre todo escolar, y enseñarle a cuidarlo”, dijo el maestro, José Vega.

A la fecha, más de 400 alumnos y alumnas de diversos colegios de la ciudad han visitado este santuario de la naturaleza gracias a este proyecto, que comenzó a ejecutarse en agosto con gran participación de estudiantes de distintos colegios y liceos.

“Para nosotros, como escuela de alta vulneración, significa un cambio del escenario pedagógico. Ya el niño logra internalizar desde el conocimiento in situ o de la experiencia concreta, qué es un humedal, qué es un ecosistema y qué es un lugar protegido. Experiencia que no muchos de nuestros estudiantes tienen”, comentó Marcelo Yañez, director de la escuela. 

Natalia Fierro, coordinadora de los proyectos de la Fundación Kennedy, relató que fue una experiencia positiva y que a través de la actividad se puede divulgar la conservación y protección de diversos ecosistemas. Pese a estar ubicado en el borde costero urbano, en el ecosistema del Humedal La Chimba, es posible encontrar gran variedad de aves, pequeños, lagartos, arácnidos e insectos, algunos de los cuales sólo prosperan en este espacio natural.

“Muchos ecosistemas en los eslabones tróficos están presentes, hay desde microorganismos hasta macroorganismos. Hoy día estamos viendo aves rapaces que vienen a ocupar este lugar, así que eso quiere decir que el ecosistema está funcionando. En realidad son muchos grupos taxonómicos los que se pueden encontrar acá”, Natalia Fierro.

La Universidad de Antofagasta, a través de los monitores de este proyecto, continuará llevando escolares para que aprendan sobre la conservación de este humedal costero. De hecho, se estima que al finalizar este proyecto de vinculación, unos 800 niños y niñas de distintos establecimientos habrán conocido la vida natural e importancia ecológica de este hermoso enclave verde.

Por: UESTV.