Berlín.

El médico pediatra Jakob Maske no da abasto. Actualmente atiende a más de 200 niños al día en su consulta berlinesa. Las infecciones respiratorias son muy frecuentes ahora.

Se teme que una niña de 5 semanas tenga una infección por Virus sincitial respiratorio (VRS): una enfermedad vírica que puede poner en peligro la vida de los lactantes.

Por ello, el pediatra pidió su hospitalización, pero el único problema es que no puede encontrarle una plaza. Llamaron a varias clínicas y ninguna tuvo espacio. Se necesitan urgentemente porque el número de infecciones por VRS sigue aumentando.

Eso también tiene que ver con la pandemia por COVID-19. Las medidas adoptadas en los últimos años también evitaron la propagación de otras enfermedades infecciosas que ahora empiezan a proliferar.

En Berlín muchas clínicas alemanas apenas pueden acoger a niños enfermos, sobre todo: faltan camas de cuidados intensivos.

En urgencias la espera es larga, de hasta 8 horas, por lo regular es menor, pero en el área pediátrica la situación es extremadamente difícil. 

Un problema que lleva años yendo a más, afirmó el pediatra Jakob Maske: “vemos el resultado de años de medidas de austeridad para la medicina pediátrica en las políticas sanitarias. Es terrible. Da pena y también rabia”.

Para este médico, la medicina infantil y juvenil es un bien público y esto cuesta.