Nueva Delhi, India. 

La extensa temporada de sequía, provocada por el aumento generalizado de temperaturas y el retraso del monzón, amenaza con debilitar la seguridad alimentaria en la India, que deberá apostar en 2023 por modelos de cultivo basados en la ganadería extensiva para fortalecer la diversidad dietética de la ciudadanía.

«El cambio sin precedentes en el patrón de precipitaciones, las sequías y el calor extremo es un claro recordatorio de que la India debe defender y promover una transición de sistemas de monocultivo a sistemas de cultivo múltiple o habrá impactos directos en la agricultura y, en consecuencia, en la seguridad alimentaria y nutricional», apuntó el activista agrícola de Greenpeace India, Rohin Kumar.

Para el próximo año, «el Gobierno debe abordar la seguridad alimentaria y nutricional mediante el fortalecimiento de la diversidad dietética: la promoción de huertos familiares y la agricultura sensible a la nutrición que incorpora sistemas de ganadería extensiva», explicó.

Asimismo, Kumar cree que el país astático necesita «crear una demanda y una oferta adecuadas de muchos cereales, verduras y frutas autóctonos» que respalde a agricultores, «asegurando un precio justo (…) y compartiendo los impactos de la pérdida y la incertidumbre».

Para mitigar el impacto de la crisis climática entre las comunidades más vulnerables, «las autoridades estatales y municipales también deben fortalecer el sistema de salud pública y coordinarse con los sistemas meteorológicos» para establecer alertas tempranas que garanticen la atención y el asesoramiento en zonas de riesgo, sentenció.