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La física y las matemáticas son la mejor herramienta para entender el cosmos: Javier Santaolalla

Published 1 año ago Equipo Editorial NCC1 año ago • Bookmarks: 32

Guadalajara, Jalisco.

La premisa que está detrás del trabajo que desarrolla Javier Santaolalla es entender este universo que nos rodea. En la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, Pepe Gordon y el físico de partículas llevaron al público por un recorrido filosófico y científico sobre el conocimiento.

El acto de conocer pone límites a lo que uno puede experimentar y saber hasta qué punto consiste la medida y el papel del universo. No hay que olvidar que somos seres que pertenecen en el universo”, inició Javier.

En un capítulo del más reciente libro del físico en donde se habla de la búsqueda del bosón se trató sobre lo difícil que es ese proceso investigativo. Dentro del parámetro en el que estaba (el bosón de Higgs) era el peor de todos, estaba muy escondida. Realmente el conocimiento cuántico y el conocimiento de las partículas tienen esas fronteras”, añadió.

Para Santaolalla, este proceso de hacer ciencia le resulta “curioso”. “Conocer todo el proceso y descubrimiento de la materia. Cómo se estructura el universo a partir de la materia, de encontrarse de que la materia no es materia, entre otras cuestiones”.

El bosón de Higgs supone más que un éxito, sino también se demuestra que la física y las matemáticas son la mejor herramienta para entender el cosmos. “Si hablamos del límite del conocimiento, es porque el ser humano ha llegado mucho más lejos de nuestros sentidos. Es increíble el nivel de comprensión”.

El divulgador y acompañante en esta charla, Pepe Gordon, dijo que la observación de estos fenómenos no es directa, se encuentran patrones gracias a las matemáticas. “Algo aparece fugazmente cuando chocan ciertas partículas, pero se vuelve un hallazgo significativo. La materia se nos desvanece si no las rastreamos con las matemáticas”.

La mecánica cuántica es de esas cosas de la física que hacen pensar que el mundo es mucho más complejo y que el ser humano no está hecho para entenderlo.

“Si nuestro cerebro fuera tan simple para que pudiéramos entenderlo, quizá seríamos tanto tontos que no lo entenderíamos. Con el universo quizá ocurre algo similar, el universo es tan complejo que puede crear seres muy complejos. Quizá el universo es tan tan tan complejo para permitir que existan seres como nosotros que ni siquiera seres como nosotros seamos capaces de entenderlo”, Santaolalla compartió su reflexión y cerró entre risas.

Quizás en una teoría donde nos encontramos con una limitante para entender el universo, caemos en la paradoja o en lo absurdo y nos enfrentamos a situaciones en las que creemos que algo está fallando. “Antes uno de los grandes físicos creía que ya todo se había estudiado en la física, que ya no había más y poco después surgió la palabra cuántico”, continuó el físico.

El ser humano siempre se encuentra con límites y una constante en lo humano que será difícil sobrepasar. “Seamos inteligentes y aprendamos del pasado y entendamos que los límites del conocimiento son algo importante para el científico”.

“Cuando llegabas al laboratorio, cualquier cosa que hacías todo era cuántico”, recordó Javier. “Todo es cuántico porque tal cual es como se entiende la física, el mundo está hecho de partículas y nunca se detiene”.

Al finalizar, Javier Santaolalla compartió de forma muy poética algo que realmente es verdadero hasta hoy:

“Está bien mirar las estrellas y es genial tener un destino sentimental o de conexión con el cosmos, un lugar al que se quiere llegar con el pensamiento: es un viaje precioso. Pero es un viaje tan rico como viajar al interior de uno mismo. Lo que tenemos dentro, es la misma materia con la que se forma el universo. Es conectarnos con nosotros mismos, pero también es un viaje al infinito, hacia el cosmos. No hay que olvidar que somos partículas del Big Bang”.

También, Pepe Gordon compartió una reflexión que dejó al salón atónito:

“En tan solo un centímetro cúbico de tejido cerebral hay más interconexiones que en las estrellas de la Vía Láctea. Ese viaje que hemos hecho hacia el cosmos es un viaje que también deberíamos hacer hacia el interior para descubrir las posibilidades de nuestra percepción y la conciencia”.

Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.